14/04/2024
08:17 PM

Teófimo López estuvo a punto de morir en pelea ante Kambosos, según informe médico

  • 04 diciembre 2021 /

Los médicos que atendieron al boxeador hondureño sorprenden con los resultados. “Pudo haber muerto”.

Nueva York, Estados Unidos.

La vida de Teófimo López estuvo guindando de un hilo, antes, durante y después de la pelea ante el australiano George Kambosos Jr., realizada el pasado sábado, en el Teatro Hulu del Madison Square Garden de Nueva York.

Durante su primera defensa como campeón indiscutido de los pesos ligeros, perdió sus cuatro cinturones de campeón, en lo que pudo terminar en una fatalidad.

La cadena estadounidense ESPN dio a conocer información sobre el estado de salud del púgil de origen hondureño, los resultados son aterradores y en cierta medida limitaron su desempeño.

Los informes médicos destacan que, en lugar de estar en el cuadrilátero, López debía estar en el hospital. “Pudo haber muerto, seguramente”, explicó la doctora, Linda Dahl, quien se desempeña como otorrinolaringólogo en tres prestigiosos hospitales de Manhattan.

“Cómo respiraba, ni siquiera puedo explicártelo. Es como si alguien le hubiera atado un set de pesas de 300 libras alrededor del pecho, como si su cuello y su pecho estuvieran en un tornillo de banco. Así es como peleó”, añadió Dahl.

Otros especialistas comentaron en la situación, Peter Constantino, el director ejecutivo del New York Head and Neck Institute, sus valoraciones sobre el estado físico de López, previo al combate son alarmantes: “Tiene suerte de no estar muerto. Quiero decir, muy afortunado”.

Las impactantes declaraciones de los médicos surgen una semana después de la pelea, en la cual Teofimo perdió por decisión dividida ante George Kambosos Jr., quien a todas luces fue el ganador del combate, ante un oponente que se mostró distinto y disminuido.

Según los registros médicos de López, el ex campeón indiscutido de 24 años fue diagnosticado con “neumomediastino” con “aire extenso en el espacio retrofaríngeo” por los médicos de la sala de emergencias durante su visita al Hospital Bellevue posterior a la pelea.

“El aire estaba alrededor de las paredes de su pecho, en el corazón y el cuello, sitios donde no estaba supuesto a estar”, agregó Dahl, quien trabajó como medico durante la pelea para la Comisión Atlética de Nueva York. “Si a el lo hubieran golpeado en el cuello o el pecho de cierta manera, en cierto lugar, pudo haber desarrollado neumotórax (colapso de sus pulmones) y en ese instante hubiese estado imposibilitado para respirar y con necesidad de un tubo en su pecho”.

PALABRAS DE TEÓFIMO

La condición asmática de Teofimo López, pudo haber complicado la situación aun mas, quien peleó con una pequeña ruptura en el esófago. Algo que confundió a ex campeón de la WBO, WBA, IBF y WBC.

“Pensé que era solo mi asma”, explicó López cuando fue preguntado la razón por la que no divulgó sus síntomas a su manager o a la Comisión Atlética durante el examen el viernes previo a la pelea.

“Luché contra el asma antes. Si se lo dijera a todos, habrían cancelado la pelea. Pero decidí no hacerlo, debido a la cantidad de presión que tenía. No quería escuchar a la gente decir: ‘Oh, otro aplazamiento’”.

Dahl, quien trabajó con NYSAC (Comisión Atlética de Nueva York) entre 2004 y 2008, dijo que la condición de López no se habría hecho evidente en el examen de rutina previo a la pelea, realizado justo antes del pesaje del viernes pasado.

“Si escuchas con tu estetoscopio, como hice yo el lunes, sus pulmones sonaban bien”, dijo. “No hay forma de que alguien pudiera haber diagnosticado esto sin saber qué tan severos eran sus síntomas, luego una radiografía y una tomografía computarizada”.

Después del pesaje, López y su equipo, menos sus nutricionistas habituales, Perfecting Athletes, fueron a un restaurante para rehidratarse y reponerse. Ahí es donde sus síntomas empeoraron notablemente. “No empeoró hasta que comencé a rehidratarme”, dijo López.

Su garganta y cuello se hincharon. Su pecho se sentía cada vez más apretado y su respiración se volvió difícil. Una vez más, dijo: “Pensé que era solo mi asma. He tenido asma desde que tenía 6 años”.

EXPLICACIÓN MÉDICA

La explicación más probable, según el Dr. Constantino, familiarizado tanto con Dahl como con los hechos generales del caso, es que Teófimo López “estiró rápidamente su esófago hasta el punto en que se rompió o algo así”.

El padre y entrenador de Teófimo pensaron que el peleador podría estar sufriendo de reflujo ácido o deshidratación a raíz de la reducción de peso. “Me senté en la parte trasera del restaurante, junto a la cocina”, recordó López.

“Todos están tratando de hacerme eructar y relajarme. Ven que mi cuello se está hinchado. Mi voz cambió. En este momento, todos están un poco preocupados. Creo que mi papá me dijo que debería ir al hospital y dije ‘No’ porque ellos probablemente terminarían cancelando la pelea”.

Para el sábado por la mañana, López dijo: “Me duele el cuello. Me duele el pecho. Me duele la garganta. Y yo dije: ‘Creo que tendré que pelear así’”. Kambosos lo derribó en el primer round.

Fue la primera vez que López, elegido de manera abrumadora como el “Peleador del Año” de 2020, fue derribado al suelo en su carrera profesional de cinco años. “Ese no era yo el sábado por la noche”, dijo López.

A pesar del derribo que López se anotó en el décimo asalto y sus protestas posteriores a la pelea de que los jueces se la robaron, la pelea fue vista como una clara victoria para Kambosos. La única tarjeta de puntuación que llamó la atención en los círculos del boxeo fue la del juez Don Trella, quien tuvo la pelea 114-113 por López.

Después del combate, López recibió oxígeno y un médico de la comisión atlética lo dirigió a Bellevue, donde recibió nueve puntos de sutura para un corte sobre su ojo izquierdo. A las 4:37 am, se registró una tomografía computarizada que mencionaba “aire extenso” en su cavidad del cuello.

George Kambosos castigó duro a Teófimo López.

SE FUE DEL HOSPITAL

El lunes por la mañana, quejándose de que no estaba recibiendo la atención adecuada en la concurrida sala de emergencias de Bellevue, López se fue del hospital en contra de los consejos de los médicos. Su manager alarmado, Dave McWater, llamó al segundo al mando de su empresa, Ron Rizzo, quién a su vez, se acercó a Dahl, a quien conocía de sus días en la comisión atlética.

Dahl se encontró con López en su hotel. El ahora destronado campeón se dirigía al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, ansioso por abordar un vuelo a Las Vegas para ver a su hijo, nacido hace apenas unas semanas el 16 de noviembre.

“Miré la prueba cuando lo vi el lunes por la mañana”, recordó Dahl. “Solo dije, ‘Gracias a Dios que estás vivo’”.

Ella le dijo que no podía volar y le indicó que se registrara de inmediato en el New York-Presbyterian Weill Cornell Medical Center. Los médicos confirmaron el diagnóstico de neumomediastino. Fue dado de alta el jueves por la mañana y se le recomendó no volar durante al menos dos semanas.

“No sé cómo pasó 12 asaltos sin poder respirar”, dijo Dahl. “Pero tiene aire donde se supone que no debe estar, y es peligroso para él subir a un avión”.

El hondureño sufrió un corte sobre su ojo izquierdo que requirió nueve puntos de sutura.

PLANES DEL CATRACHO

Los planes para el pugilista hondureño están puestos en redimirse, luego de haber caído por primera vez en su carrera profesional. Dentro de los cambios que vendrán en el 2022, veremos su ascenso a las 140 libras, más el deseo pleno de conquistar esa división y volver al sitial de honor que le corresponde.

Por los momentos, el deseo del boxeador catracho es recuperar la salud, pasar las fiestas navideñas en familia y en especial, disfrutar con su pequeño hijo; de apenas días de nacido y después, preparar su gran regreso a los cuadriláteros.

Si bien comprende la suerte que tiene de haber sobrevivido a esta derrota, López espera con ansias el nuevo año. “He estado tratando de mantener una actitud positiva”, dijo López. “Pero he perdido todo este año”.