Estaba más emocionado que nunca, el título se lo dedicó a Dios y sus dirigidos los cargaron en brazos. El técnico Juan de Dios Castillo dice que haber ganado la Copa Centroamericana con la Selección lo deja feliz, “pero más por Honduras” que por haber conseguido un campeonato más en su carrera.
El mexicano lo celebró levantando las manos al cielo; primero le agradeció a Dios, después a cada uno de sus futbolistas. “Esto es un logro enorme que comparto con todos los hondureños. Estamos satisfechos de lo que se logró en esta Copa Centroamericana. Fue un esfuerzo muy grande el que se hizo”, dijo.
El Cuate llegó al mando de la Selección asegurando que iba a ganar la Copa Centroamericana y lo consiguió. “Dios fue el que cumplió. Yo le pedí el título y me cumplió, por eso estoy agradecido con él y con los jugadores porque se comportaron a la altura. Que toda la gloria y toda la honra sea para Dios”, dijo un franco pero emocionado Castillo tras ganarle la final de la Copa Centroaricana a Costa Rica.
“Me da igual, estoy feliz por Honduras, toda mi familia en México también lo está”, señaló mientras abrazaba a su esposa que aprovechó para decir que “es una sensación enorme”, ver como el profesor quedaba campeón del área.
¿Qué le dice a sus detractores?, se le consultó al estratega, él respondió: “Nada, que Dios les bendiga, él siempre bendice a todos”.
Sobre su continuidad al frente de la Bicolor, Castillo lo dejó todo en manos de la Comisión de Selecciones. “Sí, claro que quisiera seguir, pero estoy entendido que firmé un contrato hasta el 31 de enero. A mí me gusta trabajar no presionar”.
Agregó que “lo único que tengo claro es la continuación del juego contra Ecuador. Yo trabajo profesionalmente”.
Aunque hubo un sector de la prensa que criticó el trabajo de Honduras y cuestionó sus convocatorias, Castillo no siente rencor. “Tuvimos gente que nos criticó mucho, pero yo no me molesto por eso. Que Dios los bendiga a todos es lo único que puedo decir”.
En su momento se mencionó que Honduras era la favorita para ganar la Copa porque era el único país de Centroamérica que venía del Mundial de Sudáfrica 2010.
“Yo le dije a los muchachos que el Mundial ya había pasado. Fueron mundialistas y en la Copa Centroamericana nos jugábamos otras cosas. La clave fue la humildad y creer en el trabajo. Es muy exigente lo que pido, hay unos muchachos de 20 años”.
Castillo al final reconoció que los ticos fueron el rival a vencer. “No les quito el mérito a los jugadores costarricenses. Sabíamos que Costa Rica era un equipo muy difícil, pero nuestro deseo de darle felicidad a Honduras pudo más”, finalizó.
