Sadio Mané ha sido uno de los fichajes más extravagantes en este verano, proveniente del Liverpool decidió formar parte del equipo campeón de Alemania, el FC Bayern Múnich.
El jugador senegalés se estrenó con el club bávaro el pasado sábado cuando marcó su primer gol oficial con la camiseta del Bayern en la victoria de la final de la Supercopa contra el Leipzig (5-3).
Sin duda alguna, Mané llega al equipo alemán para cosechar más títulos en el ámbito profesional y personal, pero en una entrevista realizada para la revista del club, el jugador se sinceró sobre la opinión que tienen muchos de él como una estrella mundial.
“La gente dice eso de mí, pero yo no me veo para nada como una estrella mundial. No tengo ese concepto de mí. Lo único que me importa es formar parte del equipo. Lo hago todo por eso. Quiero ir al límite por mis compañeros de equipo: marcar goles, dar asistencias y ganar partidos. Estoy aquí para dar lo mejor de mí para el Bayern Múnich”, mencionó el senegalés en la entrevista
Además, habló sobre la importancia de mantener los pies en la tierra y el aprendizaje que tuvo de sus padres y de su pueblo natal.
“Nací en un pequeño pueblo de Senegal llamado Bambali. Crecí y fui a la escuela allí. En mi cultura, los padres son muy importantes. Se les escucha, se les muestra respeto. Creo que estos valores son muy importantes en todos los aspectos de la vida y estoy agradecido de haber sido educado de esa manera”, agregó Mané.
Por otra parte, compartió varios momentos de su niñez en donde mencionó a quien admiraba en el mundo del fútbol y lo que hizo para conseguir una de sus camisetas.
“Mis ídolos eran Ronaldinho y El Hadji Diouf, de Senegal. Eran jugadores extraordinarios. Veía vídeos de ellos durante horas e intentaba imitar todo lo que hacían”, contó el nuevo jugador del Bayern.
Así mismo agregó, “Mi madre me regaló una camiseta de El Hadji Diouf, y cuando fui un poco mayor me compré una de Ronaldinho. Hice trabajo extra y gané dinero para ahorrar. Era un sueño llevar su nombre en la espalda. No quería ni quitarme las camisetas, cada día me ponía una diferente”.
Los hinchas del fútbol y habitantes de Senegal han mostrado el respeto y cariño, algo que Mané ha logrado ganarse en su carrera como jugador profesional, y cuenta que no ha podido visitar su lugar de origen muchas veces, pero que cuando viaja hacia Bambali, sus sensaciones son diferentes.
“Juego al fútbol con mis viejos amigos, nos divertimos juntos. Mi país está formado por 17 millones de personas locas por el fútbol, y ahora todos son hinchas del Bayern”, contó para la revista.
En gran parte de sus admiradores, también se suman los niños para los cuales Sadio quiere ser un ejemplo a seguir con determinación en el balompié.
“El hecho de que los niños suban a los árboles especialmente para mí me motiva enormemente, por supuesto. Quiero dar lo mejor de mí cada día en los entrenamientos y en los partidos, por el equipo y por los aficionados”, comentó con emoción Sadio.
Por último, mencionó que eligió el dorsal 17 al preguntar cuales estaban disponibles y optó por ese, ya que está formado por dos números que le gustan el 10 y el 7.