“Olimpia es como mi hijo; le dedico mucho tiempo y dinero”, afirma Rafael Ferrari, presidente olimpista. En el fútbol hondureño no existe un presidente de un equipo de fútbol que sea más exitoso que él.
Ferrari, que ya empezaba a distinguirse como una persona visionaria en las telecomunicaciones, decidió tomar la presidencia del Olimpia en el año 86. El club en ese entonces no tenía la grandeza que ahora tiene, nada más con siete títulos obtenidos en Primera División.
Veinticinco años después, la historia es muy diferente: Olimpia pasó de ser un simple equipo de fútbol a convertirse en una de las más grandes instituciones de Centroamérica, con 23 títulos nacionales, 16 de ellos de la mano de Rafael Ferrari.
Guste o no, los albos son el equipo más popular del país y su grandeza no se limita a los títulos ganados. Entre sus logros internacionales son el cuadro hondureño más laureado con cinco campeonatos centroamericanos y uno de Concacaf.
Los merengues fueron el primer equipo en obtener una clasificación a un mundial de clubes en 2001. La visión del hombre fuerte de los blancos va aparejada con la fortaleza económica del club al convertirse en el dirigente con más jugadores vendidos en el extranjero.
Así, futbolistas como Eduardo “Balín” Benneth, Julio César “Rambo” de León, David Suazo, Maynor Figueroa, Hendry Thomas y Wilson Palacios, por nombrar sólo a algunos, pasaron por la institución blanca y fueron traspasados a equipos de ligas importantes como las sudamericanas y europeas.
Eso ha servido para crear un emporio con el respaldo de las telecomunicaciones y hoy ningún equipo puede competir en presupuesto con los blancos. Rafael Ferrari va hoy por su corona 24 contra su gran rival Motagua. Sería la número 17 desde que tomó las riendas del equipo más popular del país.