Mientras Gianluca Pessotto, ex defensor de la Juventus y designado mánager del equipo tras un escándalo por arreglo de resultados, se encontraba estable pero “muy, muy grave” en el hospital donde fue atendido luego que saltara por una ventana de la sede del club, la justicia italiana comenzaba el juicio contra varios clubes, entre ellos la Juve, por supuesto arreglo de resultados.
Ambas situaciones atrajeron la atención de los aficionados, quienes también daban seguimiento a la información procedente de Alemania, en donde la selección “azurri” se prepara para el partido del viernes contra Ucrania.
En el hospital
Según un parte del hospital Molinette de Turín, los médicos que atendieron a Pessotto lo indujeron a un coma mediante medicamentos y lo conectaron a un respirador artificial.
Durante la noche, el ex jugador de 35 años fue operado de una fractura en la pelvis y previamente había sido intervenido para eliminar un coágulo sanguíneo.
También recibió transfusiones debido a las hemorragias sufridas tras la caída del martes.
Ayer, sus ex compañeros de equipo que disputan el Mundial en Alemania, Alessandro Del Piero, Gianluca Zambrotta y el asistente técnico Ciro Ferrara, viajaron a Italia para estar al lado del dirigente y regresarán el miércoles para el partido con Ucrania.
El juicio
La atención también se centró sobre Luciano Moggi, el hombre en el centro del escándalo por arreglo de partidos, quien no asistirá a la audiencia inicial del juicio en el cual podría sancionarse con el descenso a segunda división a Juventus, Milán, Lazio y Fiorentina.
Un total de 26 directivos y árbitros también serán juzgados. La federación italiana emitirá sus veredictos antes de la final del Mundial, el 9 de julio.
Datos
Otros acusados son el vicepresidente del Milán, Adriano Galliani; el dueño de Fiorentina, Diego Della Valle y el presidente de Lazio, Claudio Lotito.