Sacando fuerzas de flaqueza y con la personalidad que lo caracteriza, el Olimpia logró sortear su primer partido de fase de grupos de la Concachampions contra el Puerto Rico Islanders con un empate 1-1 del colombiano Mauricio Copete.
Mientras el conjunto hondureño trataba de adaptarse a una cancha lodosa que había soportado fuertes lluvias a lo largo del día, el Islanders procuraba sorprender en los primeros minutos, al grado que en el primer cuarto de hora había propiciado cuatro tiros de esquina, para fortuna, sin consecuencias para la cabaña del golero olimpista Noel Valladares.
A los seis minutos, los merengues tuvieron el primer susto en un mal rechazo de la zaga, pero el golero Valladares logró salvar su arco en dos ocasiones.
A los 13, un tiro de esquina fue prendido por Addlery, pero el atacante no le dio la mejor dirección y envió el balón por encima del arco.
Islanders atacaba y atacaba y los albos intentaban salir con fútbol hilvanado, pero el estado de la cancha no los dejaba. Era tarea fácil para los defensores portorriqueños, que de inmediato orquestaban el contraataque.
Hasta el minuto 20, Reinaldo Tilguath encontró un claro para meter el derechazo bajo y potente, pero el golero Gaudette se lanzó para quedarse con el esférico.
Ya para entonces el equipo hondureño daba visos de adaptarse mejor a la maltratada ancha.
Fue así que el choque se tornó más parejo porque los albos habían encontrado los caminos al arco rival.
Boniek García, uno de los mejores del equipo blanco, en una estupenda triangulación terminó de internarse en el área, pero su botinazo volvió a encontrar las manos del golero isleño.
Islanders contestó con dos jugadas de peligro, una sobre otra, pero no encontró el toque preciso para el gol.
A los 37 minutos, Addlery iba a malograr un centro perfecto, pero no giró bien su cabeza en el resorteo y el balón se fue.
Pero el atacante portorriqueño iría por su desquite al minuto 40.
Foley se metió corriendo y peleando con un defensa por la parte derecha del área grande, mandó el esférico raso a las piernas de Addlery. éste se lució de taquito y marcó el primer tanto del partido.
Como la primera etapa estaba por terminar, Olimpia esperó la segunda mitad para reaccionar.
Segundo tiempo
El juego comenzó de nuevo y los de casa no querían dejar la posesión del balón.
Arrinconaban a los blancos en su propia cancha y éstos procuraban hacer daño en el contragolpe.
Al ver que no había buena respuesta ofensiva, el técnico olimpista Carlos Restrepo decidió que era oportuno hacer los cambios. Así, las acciones llegaron.
El colombiano Mauricio Copete, en complicidad con el juvenil Alexander López, les dio el empate a los catrachos en una triangulación en que participó además Reynaldo Tilguath.
Copete recibió solo, esperó que el golero le saliera y con mucha inteligencia y picardía le punteó el balón en medio de sus piernas para el 1-1.
El tanto fue un golpe sicológico a favor de los visitantes y contra los de casa. Con ese gol, los campeones del fútbol hondureño parecían decididos a darle la vuelta al marcador.
Pero una vez más el Islanders volvió al ataque porque sabía que el empate 1-1 no lo favorecía en absoluto.
Al final, el técnico isleño Collin Clark lamentó las oportunidades de gol que sus pupilos derrocharon contra un equipo como Olimpia, que por algo es el campeón del fútbol hondureño.
Al contrario, el técnico merengue demostró su alegría por el importante empate, en un partido al que calificó como “complicado”, pero cuyo resultado estaba dentro de las posibilidades llevárselo a casa, como lo hizo.