Tegucigalpa, Honduras.
Apenas llegó el bus y los jugadores subieron al mismo, en su mayoría el plantel dijo que no podía dar declaraciones y los únicos que dieron entrevista aunque escuetas fueron Jonathan Rougier y Germán Mayenfisch.
Mayenfisch por su parte estaba brindando declaraciones pero evitó seguir tras la llegada de un Diego Vázquez que vociferó: “Ya les dije que no iban a hablar”.
A Motagua lo despidieron unos 30 aficionados del club los cuales tenían sus respectivas camisetas y banderas, estos ciudadanos le cantaron a los futbolistas y algunos de ellos dijeron que estarían en San Pedro Sula apoyando a la institución.
Como pocas veces. Será por la presión u otro factor pero este viernes el plantel de Motagua se arropó de hermetismo y evadiendo a la prensa capitalina en su salida a San Pedro Sula para jugar la Gran Final contra el Marathón.
Normalmente la salida del club azul se da en una gasolinera contiguo a Camosa pero hoy cambiaron los planes. Los futbolistas en ocasiones anteriores caminan y compran víveres, es ahí donde los periodistas los abordan, esta mañana fue distinto.
 Jonathan Rougier y Germán Mayenfisch antes de subirse al autobús.
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“Estamos bien y creemos en nosotros. toca enfrentar el partido con la seriedad que se merece. No sé si sea hermetismo, consideramos que era bueno evitar las cosas que fuera externas y todos consideraron que era bueno, en esta final vamos con todo”, dijo el portero de manera rápida.
 Javier Estupiñán firmando autógrafos a los aficionados motagüenses.
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 Henry Figueroa posando para un selfie con una aficionada.
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 Diego Vázquez se molestó con los medios.
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