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Marvin Chávez, el alma de la Selección de Honduras

  • 21 mayo 2014 /

El ambiente en el interior de la Bicolor es tan feliz, que los futbolistas se automotivan con música. Marvin Chávez es el cantante del grupo.

Fort Lauderdale, Estados Unidos.

Mirar a Marvin Chávez en la concentración de la Selección Nacional de Honduras que se prepara en Fort Lauderdale, Florida, de cara al Mundial de Brasil 2014, contagia y mucho. Él junto a Bryan Beckeles son los encargados de ponerle sazón al grupo, los que animan, los que ponen la música y motivar con bailes y bromas.

“Hermano, yo sería cantante de reggae, punta de todo…a eso me hubiese dedicado, tengo madera para ello”, afirmó Marvin Chávez ante el asombro de Mario Martínez y Juan Carlos García, quienes soltaron varias carcajadas.

Entre los ritmos que retumban en el interior del conjunto catracho destacan el reguetón, reggae, bachata y punta, cada futbolista tiene sus gustos, es más, muchos se atreven a poner sus canciones preferidas a un volumen alto, contagiando el ambiente.

Una de las “rolas” que más han escuchado los seleccionados es la sopa de caracol de la Banda Blanca, No me digas que no de Wisin y Yandel con Enrique Iglesias o varias del grupo Kazzabe.

“La alegría del grupo es importante mantenerla, sostenerla. Una sonrisa muchas veces te cambia la visión de un día”, agrega Chávez.

Cada cual tiene su ritmo preferido, para algunos la bachata les sirve de relax, pero el ritmo garífuna, la punta, prevalece por el resto.

Siempre antes de cada entrenamiento lejos de la cancha aledaña al hotel de concentración, todos los jugadores llevan consigo sus audífonos o una base para Ipod o Iphone, dónde retumban las canciones.

Sobre la música, Chávez expresa que sus gustos son variados, pero cada uno de ellos tienen un significado y un golpe fuerte en los ánimos del grupo. “Hermano, lo que más alegra en la vida es que tu familia sonría, la Selección es nuestra segunda familia, entonces cuando se le puede sacar una sonrisa a alguien, hay que hacerlo, porque solo así se fortalece la unidad y comunión de este grupo”, agregó.

“Dios me dio un don, el de hacer sonreír a la gente, cuando me tengo que tomar las cosas en serio, por ejemplo mi trabajo, lo hago, pero muchos dicen que soy juguetón, un payaso. Me encanta como soy, por muchos problemas que hayan o existan, hay que sonreír a la vida hermano”, agregó.

MOTIVACIÓN INTERNA

Dentro del cuerpo técnico y como parte de su papel, Abner Molina, colocó en el comedor donde ingieren sus alimentos los seleccionados, varios timbales y maracas, para que los futbolistas se sientan como en casa.
Algunos hasta se han atrevido a tocarlos y armar una fiesta con puro ritmo y sabor catracho.