El cubano Yordenis Ugás sorprendió al filipino Manny Pacquiao para retener su corona de peso welter de la AMB la noche del sábado, ganando por decisión unánime después de una reñida pelea de 12 asaltos en el T-Mobile Arena de Las Vegas.
Ugás, reclutado a última hora después de que el oponente original de Pacquiao, Errol Spence Jr., se retirara por lesión, dominó al ícono filipino con su jab y golpes más limpios para ganar en las tres tarjetas por 115-113, 116-112 y 116-112.
'Mis respetos para él (Pacquiao) que es una leyenda y me dio esta oportunidad', señaló en el ring el cubano.
El filipino reconoció que le costó 'hacer ajustes dentro del ring. Pero él (Ugás) hizo un buen trabajo. Le doy gracias a los aficionados y a todos por hacerme posible esta pelea.Mis respeto para Ugás que hizo una buena pelea'.
Yordenis Ugás asestando un derechazo a Manny Pacquiao. Foto AFP
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Las muestras de cariño al filipino estuvo presente en todo momento con el público coreando constantemente su nombre.
Pacquiao, ahora con un récord de 62-8-2, 39 nocauts, restó importancia al impacto del reajuste táctico que tuvo que hacer mientras se prepara para la pelea número 72 de una carrera profesional que comenzó en 1995.
En tanto, el cubano de 35 años dejó su palmarés en 27-4, 12 KOs.
- La leyenda en activo -
Pacquiao salió muy activo en el primer asalto pero el cubano aprovechando su mayor alcance frenó algunas entradas que el filipino quiso hacer.El cubano se vio muy técnico y aferrado a su táctica de llevar el combate desde la distancia con un jab muy efectivo.
Por su parte, el filipino no podía encontrar los ángulos que buscaba mientras era blanco fácil del jab del antillano y en el tercer asalto ya tenía una pequeña inflamación debajo del ojo derecho.
El filipino cayó a la lona tras un golpe que le dio el cubano. Foto AFP
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El quinto, el sexto y el séptimo asaltos fueron bastante parejo, aunque el filipino se veía algo frustrado con ambos pómulos inflamado.
La agresividad de Pacquiao se frenada por la técnica empleada por el caribeño.
De echar chispas fue el octavo asalto en el que Pacquiao pudo sacar cierta ventaja por su gran experiencia y rapidez. Ya el cubano presentaba un pequeño corte en el arco superciliar derecho.
La versión natural de un Manny Pacquiao que hace tres años encantaba se vio en esta oportunidad solo por momentos.
Hasta el undécimo capítulo el combate iba bastante parejo, algo que beneficiaba al filipino sin dudas por historia. Empero, el duodécimo fue sin dudas el mejor del cubano, ya que el filipino se vio terminar muy lastimado, aunque Ugás también terminó con una inflamación pequeña debajo del ojo izquierdo.
Pacquiao llegaba disgustado al combate ya que había sido despojado polémicamente de su título de la AMB por 'inactividad' a principios de este año a pesar de la interrupción global del boxeo causada por la pandemia del coronavirus.
En cambio, la AMB le entregó ese cinturón a Ugás, un hecho que irritó a Pacquiao.