03/12/2024
06:25 AM

La historia real de los tres días que pasó Pelé en Honduras

El Santos primero dejó plantado al Real España. ¿Dónde durmió Pelé y quién pagó? y otras anécdotas.

San Pedro Sula, Honduras.

Enero, año 1972. El mejor jugador que había parido el planeta se encontraba en territorio hondureño. Edson Arantes do Nascimiento, aclamado como ’El Rey’, pero mejor conocido como Pelé, inició su aventura hacia las tierras de Honduras.

Su ’Majestad’, acompañado del galáctico Santos de Brasil, pisó suelo catracho 19 meses después de levantar la Copa del Mundo en el mítico estadio Azteca el 21 de junio de 1970 en México.

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El país se paralizó por un hombre cósmico de 1.73 metros, a quien pocos afortunados se deleitaban viendo por imágenes en blanco y negro en una caja. El resto solo lo conocía de nombre, pues su leyenda era insondable a sus 32 años.

Honduras esperó por más de 13 años la llegada del Jogo Bonito, pues a partir de que Brasil se coronara Campeón Mundial en 1958, los centroamericanos tuvieron la oportunidad de ver a Pelé en sus canchas como parte de las giras que realizaban en aquellos años los clubes importantes del mundo. La tarde del viernes 28 de enero de 1972 fue el día en que el considerado por muchos el mejor jugador de la historia, pisó nuestra sagrada patria.

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Diario La Prensa cubrió la llegada de Pelé a Honduras en 1972.

La extinta aerolínea nacional SAHSA trasladó a su santidad, junto a otros vigentes campeones mundiales, como los defensores Carlos Alberto y Orlando, el mediocampista Clodoaldo y delantero Edú. El viaje tuvo una escala en Panamá, para que aproximadamente a las 2.30 de la tarde pararan primeramente en el aeropuerto Toncontín de la capital Tegucigalpa.

El estruendo de su presencia trasladó alrededor de 300 kilómetros, pues grandes caravanas de vehículos desfilaban para verlo cuando saliera del avión en el Aeropuerto ’La Mesa’, conocido también como Ramón Villeda Morales, de la ciudad de La Lima.

Cercano a las 3.20 pm, Pelé y la comitiva del Santos arribaron con miles de eufóricas personas esperándolos. Su aparecimiento fue un problema debido a las masas que impidieron el desabordaje de la tripulación, por lo que hubo una espera ya que los aficionados se ubicaron en las escalaras del avión y los miembros de la municipalidad no podían cumplir con su misión: entregar las llaves de la ciudad al ’Rey’ Pelé.

Dirigentes de la Municipalidad de San Pedro Sula entregaron las llaves de la ciudad a ‘O Rei’.

Estas personas tuvieron que entrar a la nave para darle la sagrada insignia a la estrella del fútbol, misma que fue dada por el regidor, el Dr. Guillermo Alfonso Florentino, quien después hizo entrega de un diploma especial que lo declaraba como ciudadano honorario de San Pedro Sula.

Muy bonito el gesto, pero al pasar mucho tiempo dentro del avión, Pelé se desesperó, y con gran sensibilidad, pidió que abriesen las puertas, a lo que pusieron una rampla a la que éste se subió y comenzó a saludar.

Pelé vestía elegante, con saco y pantaloneta gris, de fondo una manga larga blanca de centro y corbata, dejando un recuerdo sublime acompañado de su sonrisa inextinguible. El sueño hondureño se cumplió después de dos semanas de lo planeado.

14 días previo a su llegada, el Real España, equipo que hizo posible que el Peixe despegara hacia San Pedro Sula, sufrió un desplante gigante por la directiva de la sensacional escuadra sudamericana: los dejaron plantados. Así lo recordó el otrora mundialista en 1982, el icónico defensor hondureño Jaime Villegas, quien cuando su celular timbró, nos contestó, soltó una carcajada porque sabía la razón de la llamada.

La plantilla del Santos, incluyendo a Pelé, entrenaron al mediodía después de su llegada.

“Milagro que te contesté, me han estado llamando de todos lados”, inició la conversación Don Jaime, quien marcó a Pelé en aquel histórico partido. “Apenas y me acuerdo, fue hace 50 años. Lo que mantengo vigente es que el Santos debió llegar dos semanas antes de cuando vino”, contó ’El Káiser’.

“El día que debían jugar contra nosotros, el Santos no apareció. ¿Por qué? No sé, no me pregunte, no tengo idea qué descoordinación hubo. La gente se sintió burlada”, recordó, mencionando que hasta teníamos visitantes de países vecinos para ver el encuentro.

Ante ello, Miguel Canahuati, presidente del Real España en ese momento, envió a Manolo Muñoz (directivo) a Colombia para hacer que el Santos firmara un contrato y así cumplir su participación en el duelo. Con 25 mil dólares estadounidenses de por medio puestos entre la Máquina y Fenafuth, el encuentro de exhibición se pactó para la tarde del domingo del 30 de enero de 1972 en el estadio Morazán de la capital industrial.

Un día después de su llegada, el sábado, el seis veces campeón del Brasileirao disfrutó a las 10.30 de la mañana de un entrenamiento previo a enfrentar a la Máquina aurinegra.

Numerosos aficionados se congregaron en el Morazán, pensando que sería el escenario del ensayo, pero su decepción fue grande al darse cuenta de que esta se llevó a cabo en el campo de la zona militar. No obstante, gran cantidad de aficionados se trasladaron al establecimiento para presenciar los entrenamientos que consistieron en ejercicios gimnásticos y un peloteo.

“Santos jugando a medio vapor venció al Club España por 3-1”, título Diario La Prensa la crónica de ese histórico amistoso.

La noche pasó. Era domingo y desde las 7 de la mañana empezaron a llegar las primeras almas de 15 mil que se citaron al recinto deportivo.

Un Real España reforzado con jugadores de Motagua y Olimpia se enfrentaba contra el Santos del mejor jugador en la faz de la tierra. Jaime Villegas portaba la estafeta de capitán del conjunto hondureño, mientras que en el otro cuadro lo era el legendario defensor Carlos Alberto.

”Había nerviosismo y alegría por estar frente al mejor delantero del mundo. El estadio estbaa completamente lleno, pusieron sillas alrededor de la cancha, era la entrada más cara”, recuerda Villegas entre risas.

- LOS ONCE TITULARES -

Santos (3): Agustín Cejas; Carlos Alberto, Paulo, Oberdam (Orlando), Ze Carlos; Jader, Leo, Nené, Ferreira; Edú, Pelé (Manoel María).

Real España (1): Carlos ‘Macho’ Arrieta; Rigo Velásquez, Jaime Villegas, Luis Cruz, Enrique ‘Payique’ Espinoza; Pablo ‘Martillo’ Hernández, Jorge ‘Perro’ González, Mon Paz, Chico Handal; Da Silva (Bleer), Jorge ‘Indio’ Urquía (‘Macho’ Figueroa).

El Santos también estuvo en Tegucigalpa para enfrentar al Olimpia.

“Recuerdo que Pelé, con Luis Cruz, nos dejó hablando solos en una jugada”, comentó entre risas Don Jaime. “Me burló en algunas ocasiones, era un fenómeno, es el mejor que he visto y el más completo. Un tipo muy amable y simpático”, rememoró El Káiser de aquel cotejo citado a las 3:30 de la tarde, pero que por petición de la institución rival de resguardar la seguridad a sus integrantes, se retrasó media hora.

El Morazán vivió al minuto 15 el primer gol del Santos hecho por Ferreira a pase de Edú; Nené amplió hacia el 2-0 cuatro minutos después y el tercer tanto brasileño llegó al 60’ por medio de Pelé, que también había anotado a balón parado, pero su tanto fue anulado ya que el tiro libre era indirecto. Para Real España descontó Pedro Caetano Da Silva desde el manchón penal a los 53’.

José León ’Chulampín’ Cedillos arbitró el partido que finalizó con 3-1 a favor de un Santos que jugó a medio gas, que hizo lo que quiso en la cancha sampedrana tras el inmenso respeto de los jugadores catrachos que se quedaban admirados ante su santidad futbolera, de acuerdo a la crónica de Diario La Prensa por el periodista Roberto Caballero. “En términos generales, el partido fue lo que esperábamos, un Santos jugando sin apuros y un España muy nervioso al principio, pero que mejoró al final”, mencionaba la escritura.

El central ’Chulampín’ Cedillos protagonizó una anécdota que sacó risas de Jaime Villegas. “Cuando faltaban diez minutos, los brasileños empezaron a pedir tiempo para que terminara el partido. Estaba ‘fregando’ mucho, entonces Chulampín se enoja y dice – ¡Ah, no! ¡No jodan! Son 25 mil dólares que están cobrando, aquí les agarrará la noche jugando. ¡Echen verga!”, contó.

Jugadores del Santos, entre ellos Pelé, saltando al campo para jugar contra Olimpia.

A los 40 minutos de finalizar el juego Pelé abandonó el estadio y partió inmediatamente, en carro especial, a su lugar de hospedaje que era el Motel Vitanza, a las afueras de San Pedro Sula, donde en la actualidad es la localidad del Institución Hondureño Seguro Social y durmió en las noches del 28, 29 y 30 de enero de 1972, hace más de medio siglo.

“Fue un atractivo desbordante, olvídate. Pelé atendió a la gente, se mostró muy apegado a las personas, nunca se escondió. No tuvo problema en hablar con la prensa, inclusive tuvo una entrevista privada conmigo, yo era un muchacho, y al estar frente a él me quedé atónito. Pelé me hizo un gesto de que hablara, estaba esperando qué le preguntara, ja ja ja”, recordó el experimentado periodista Jesús Vélez Banegas, que con 22 años vivió en aquel entonces su primera experiencia con la leyenda de leyendas.

Días después el Santos visitó Guatemala para que el domingo 15 de febrero, dos semanas después de aquel duelo, se citara ante el Olimpia en el Estadio Nacional de Tegucigalpa en un 0-0 sin mucha euforia. Cinco años después Pelé colgó sus botas y desde entonces su gloriosa carrera se mantiene viva y lo hará hasta la eternidad, donde ya descansa en paz el querido ‘O Rei’.