Lionel Messi solamente necesitó tres minutos en el campo para dejar ver la magia que tiene. El astro argentino empezó el partido contra el Betis en el banco de suplentes y cuando entró al partido lo desequilibró para la victoria del FC Barcelona.
Ronald Koeman decidió dar descanso a Messi de entrada, tras la serie de seis exigentes partidos en apenas 19 días, apostando por Antoine Griezmann, Ansu Fati y Ousmane Dembélé en ataque.
Pero, en el descanso con un empate 1-1 en el marcador, el entrenador holandés daría entrada al capitán para relanzar el encuentro. Hasta la pausa, el Barcelona había tenido el control del juego ante un Betis que probaba a sorprender al contraataque en el Camp Nou.
| El momento de la pantalla de Messi. Foto AFP
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Jordi Alba mandó el centro desde la izquierda, Messi corrió a la búsqueda del balón, al igual que el portero Claudio Bravo y el defensa Marc Bartra, pero el argentino dejó pasar la pelota, una pantalla genial, para que Griezmann solo la empujara al fondo de las mallas.
Griezmann celebrando con Messi. Foto AFP
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