Un tribunal de apelaciones de Rio de Janeiro decidió archivar esta semana el caso contra el nadador estadounidense Ryan Lochte en el que era acusado de mentir a las autoridades al inventar que había sido asaltado durante los Juegos Olímpicos de Rio-2016.
Lochte y sus colegas Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigen -todos medallistas de oro en Rio- dijeron haber sido víctimas de un asalto a mano armada por parte de hombres vestidos de policías después de abandonar una fiesta en la 'cidade maravilhosa'.
La policía reveló posteriormente que, basándose en las imágenes de las cámaras de videovigilancia, en realidad estaban ebrios y participaron en un altercado con empleados de una gasolinera provocando actos de vandalismo.
Lochte, poseedor de 12 medallas olímpicas, se disculpó luego por el episodio, pero aún así fue acusado por las autoridades brasileñas de falsa comunicación de crimen y daño al patrimonio.
De acuerdo con la prensa brasileña, el tribunal consideró que el nadador no cometió un delito de falso testimonio, porque la policía ya había iniciado la investigación cuando Lochte dijo en una entrevista televisiva -y luego reiteró ante las autoridades- que había sido asaltado.
Los medios locales informaron asimismo que la fiscalía aún puede recurrir la decisión de archivar el caso y que Lochte enfrenta otros procesos en la justicia brasileña.
Lochte fue suspendido de la natación por 10 meses, una sanción que terminó el 30 de junio.
A sus 32 años, aspira a participar en los próximos Juegos de Tokio en 2020.
Abandonado por sus patrocinadores y odiado en Estados Unidos, Lochte recientemente reveló que había pensado en el suicidio después del escándalo.
El joven atleta se convirtió en padre primerizó junto a su pareja Kayla Rae Reid el mes pasado.
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