El árbitro estadounidense Jair Marrufo tuvo un trabajo bastante aceptable y en ningún momento influyó en el triunfo 1-0 de Honduras sobre Costa Rica.
En algunas entradas resultó condescendiente y se guardó las amarillas, pero siempre impuso su personalidad.
A pesar del calor y la humedad, Marrufo demostró estar muy bien preparado físicamente porque corrió durante todo el encuentro y siempre estuvo muy cerca de las jugadas.
Según el árbitro Fifa hondureño Mario Moncada, su colega, “dentro de todo, hizo un trabajo de manejo de juego, se quedó en algunas jugadas en su calificación de faltas imprudentes, pero sí las pudo haber calificado para tarjetas” . A juicio de Moncada, Marrufo decidió un juego abierto.
“Con su personalidad lograba controlar, pero creo que la cosa habría cambiado si Costa Rica no hubiera estado clasificada”.
Según el tocapitos hondureño, el norteamericano no quiso manchar el encuentro, pero no pudo obviar la amarilla cuando el atacante hondureño Jerry Bengtson se quitó la camiseta para celebrar su anotación.
“Marrufo es el segundo o tercer árbitro con mejor posición en el ranking del área y realizó un buen trabajo. Yo le daría una calificación de 7”.
Moncada dijo que la prueba del buen trabajo de su colega fue que no hubo reclamos de ninguno de los dos equipos.
También resaltó el entendimiento con sus auxiliares Eric Boria y Ricardo Morgan. “Ellos traen intercomunicadores de primer nivel y eso les facilita el trabajo”, indicó.
Lo que sí objetó Moncada fue que el árbitro solo dio tres minutos de descuento, cuando a su criterio tuvo que dar más.