Schiltigheim, Francia.
“Estoy muy orgulloso de defender los colores hondureños. Es un deseo que se me va a cumplir y voy a tratar de hacer lo mejor posible”, siguió.
Francés de nacimiento, pero bautizado en Honduras, Iván Moncada nunca ha negado las raíces catrachas, que provienen de su padre Ricardo Moncada. Criado en Estrasburgo, al este de Francia, comenzó a temprana edad a practicar fútbol, con el sueño de defender los colores patrios, en algún momento.
“Yo quería defender los colores de Honduras porque allí se vive del fútbol. Le dije a mi padre ‘verás que alguna vez tendré la oportunidad de defender los colores hondureños’. Tengo sangre catracha y para mí eso es lo más importante”, nos contó el jugador de 20 años desde su residencia en Schiltigheim.
Mientras aguardaba por un llamado, Moncada se preparó en las inferiores del SC Schiltigheim, equipo de la quinta división de balompié galo. Luego, dio el salto al Football Club de Metz, un histórico de aquel país. Allí estuvo cinco años, para después retornar al SC Schiltigheim, en el cual es titular indiscutible.
Una semana atrás, el seleccionador Jorge Jiménez le hizo la llamada que había estado esperando con ansías. El DT le comunicó su convocatoria para la gira de la Selección Sub-20 por Austria, en donde enfrentarán a equipos como Brasil, Qatar y Camerún. “Es la oportunidad más grande que tuve desde que juego fútbol”, expresó en un perfecto español.
 Iván Moncada tiene 20 años de edad.
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Este polifuncional jugador, que actúa como pez en el agua en el mediocampo, también cumple labores como lateral derecho. “Me gusta tocar mucho el balón, doy asistencias. Para mí es mejor jugar en el mediocampo”, refirió.
Sobre el reto de unirse a un grupo que prácticamente está consolidado, previo al Mundial de Nueva Zelanda, nos dijo que: “no conozco a nadie, pero no tengo miedo. Sé hablar bien español y tengo confianza en mí”.
El club que lo ha visto crecer futbolísticamente le ha dado todo el respaldo para que pueda emprender su primera experiencia con la casaca de la H. “Ellos están muy contentos por mí y me han dicho que me tengo que entregar por completo para poder encontrar un mejor club luego de esta gira”, indicó.
Moncada, bautizado en Tegucigalpa en 1995, ha visitado en otras ocasiones el territorio hondureño con su padre y su madre Anne Caroline Paquet (francesa-alemana). De hecho, tiene planes de regresar después del mundial, un torneo al cual espera ganarse el puesto durante esta gira de preparación. “Yo me siento más hondureño que francés. En casa me lo dicen porque soy mulato”, concluyó.
 Moncada es titular en su equipo.
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