Inglaterra, actual campeón, derrotó 14-9 al anfitrión Francia, en el superclásico europeo, y se clasificó por segunda vez consecutiva a la final del Mundial de rugby, ayer en el Stade de France de Saint Denis, en el norte de París, rompiendo el sueño galo de ganar en casa.
Una vez más, el apertura inglés Jonny Wilkinson fue el héroe de la noche, al marcar dos penales y un drop, que dieron el boleto para la final que jugará Inglaterra el próximo sábado contra el vencedor de la segunda semifinal, que disputarán hoy el favorito Sudáfrica y Argentina.
Por el boleto
Argentina intentará alargar su histórica racha en el Mundial de rugby cuando enfrente el domingo a Sudáfrica por un boleto a la final del torneo.
Los Pumas han ganado sus cinco partidos y por primera vez en su historia llegaron a las semifinales de una Copa del Mundo.
Su rival en el Stade de France es el favorito para salir airoso. Los Springboks son una de las principales potencias mundiales del deporte, aunque en este momento nadie quiere verse las caras con unos Pumas difíciles de vencer.
'Tenemos que darlo todo contra este equipo, porque si cometemos un error vamos a sufrir', dijo el flyhalf argentino Felipe Contepomi.
'En los últimos años hemos estado cerca de vencer a Sudáfrica, pero nunca les hemos ganado porque un error siempre nos ha costado el partido'.
Antecedente
Sudáfrica tiene marca invicta en 11 encuentros contra Argentina.
En 2003, los Pumas superaron a los Springboks tres tries a dos. Pero un penal en el último minuto dio el triunfo a los sudafricanos.
