Honduras dio un golpe de autoridad venciendo por 2-0 a México en la ida de los cuartos de final de la Nations League de la Concacaf con dos zarpazos de Antony ‘Choco‘ Lozano y Bryan Róchez, dejando en la lona a la selección mexicana rumbo a la Copa América 2024.
Como un verdadero gigante de cemento, el estadio Nacional Chelato Uclés engulló de un solo bocado a México, desperdigado en el campo cuando el balón llegó al control de Luis Palma hacia el 29... ahí empezó el final del gigante de la Concacaf, ahí empezó la mejor versión de la Selección de Honduras.
El mejor jugador centroamericano de la actualidad sacó su sombrero de copa y al ‘estilo Iniesta‘ habilitó a Antony Lozano, el ‘Choco‘ que se comía el planeta con una recepción de primer mundo y una perspicaz definición de sexto año que dejó sin reacción a Luis Malagón.

El ‘Choco‘ quitaba el seguro de la granada de mano y hacía explotar las ilusiones catrachas. Antes de escuchar el “¡Ole... ole!” de la enardecida grada capitalina, ha sido Malagón (ingresó en lugar del lesionado Guillermo Ochoa) el que pudo evitar el delirio total tres minutos después del gol catracho.
El mismo ‘Choco‘ Lozano remataba con derecha y hacía alucinar la noche hondureña, la furiosa noche de David contra Goliat, la nerviosa noche de la zaga mexicana, la noche que vimos la mejor versión de Rigo Rivas...

La “fábrica europea” apretaba los dientes y afilaba el cuchillo. Metía la daga y celebraba con su gente, con la satisfacción del padre de la criatura: Reinaldo Rueda, que vivía el juego como un cipote nervioso, sudado, pegado a la línea, eufórico, silbido a pleno, corazón en la mano.
A la “Lamborghini” mexicana le faltaba gasolina. Santi Giménez era un fantasma en el campo y Uriel Antuna llegaba en lugar de Orbelín Pineda para que Raúl Alonso Jiménez y Luis Chávez volcaran la carrocería a la meta de Edrick Menjívar, sobrio y feliz al jugar en el patio de su casa.

En los últimos 30 minutos, la ‘H‘ jugaba el partido más inteligente de su vida y hasta se daba el lujo de regalarle la pelota a los mexicanos, desorbitados aun y cuando jugaban en una mesa de billar.
Pero la carta debajo de la manga que sacó Reinaldo Rueda terminó por hundir a los fantasmas verdes: Bryan Róchez, el as de espadas.

Lo tenía todo perfectamente planificado el cuerpo técnico de la Bicolor, con Jorge Álvarez entrando sin permiso al área enemiga y con Róchez dando la vuelta en un segundo y definiendo rasante, en medio de las piernas del portero y provocando un desenfreno en las tribunas de fuego del viejo coloso capitalino.
La afición hondureña fue un inmenso jugador número 12 que empujó, que alentó, que silbó al rival, que gritó, que saltó y que encaminó con su canto el primer paso de la Selección de Honduras rumbo a la Copa América 2024...

- FICHA TÉCNICA:
2 - HONDURAS: 1. Edrick Menjívar, 14. Andy Nájar, 2. Denil Maldonado, 4. Luis Vega, 8. Joseph Rosales, 16. Edwin Rodríguez (Alex López, min.80), 20. Deybi Flores, 23. Jorge Álvarez (Bryan Acosta, min.80), 11. Rigoberto Rivas (Bryan Róchez, min.65), 17. Luis Palma (José Mario Pinto, min.80) y 9. Antony Lozano (Bryan Róchez, min.60).
Entrenador: Reinaldo Rueda.
0 - MÉXICO: 13. Guillermo Ochoa (Luis Malagón, min.21); 19. Jorge Sánchez, 3. César Montes, 5. Johan Vásquez, 23. Jesús Gallardo; 14. Erick Sánchez (Julián Quiñones, min.73), 4. Edson Álvarez, 7. Luis Romo (Luis Chávez, min.58); 22. Hirving Lozano, 11. Santiago Giménez (Raúl Jiménez, min.58) y 17. Orbelin Pineda (Uriel Antuna, min.46).
Entrenador: Jaime Lozano.
ÁRBITRO: Juan Gabriel Calderón, de Costa Rica.
ESTADIO: Nacional Chelato Uclés.
