España jugó a 120 por hora y Honduras a 80. Era un carro de carrera contra un furgón... Eso explica la desazón de la Roja al abandonar el Ellis Park y engloba el resumen del juego que hizo Rueda: “La sacamos barata”.
Sí, muy barata. Villa falló dos claras, erró un penal y estrelló un derechazo en el horizontal, Osman sacó una de la línea, Torres se comió dos increíbles y el mal árbitro japonés Yuichi Nishimura nos perdonó al no sancionar dos claros penales; uno por mano de Emilio y otro por agarrón de Mendoza a Sergio Ramos en la salida de un tiro libre.
“No estoy conforme”, dijo Del Bosque. “Me voy insatisfecho”, agregó Casillas. No era para menos, el 2-0 resultó muy escaso para la producción de uno y otro. Además, así como está el grupo, la clasificación se puede decidir por diferencia de goles.
RITMO INFERNAL
España aceleraba cuando quería, metía dos o tres toques de primera y dejaba a Villa y a Torres cerquita de Noel. Era un ritmo infernal, comandado por Xavi, que movió los hilos como quiso. Fue tanta la superioridad española que Casillas sólo una vez tocó el balón.
La pelota le quemaba a los nuestros. No podían dar tres pases seguidos. El que la llevaba era cercado por dos o tres y no había hombres desmarcados para recibir la descarga.
Wilson, como pudo, se las ingenió para tapar varios ataques, pero sus tentáculos de pulpo no le ajustaban para contener esa marea roja que atacaba por todos los costados.
Gracias a Dios, España se apiadó de nosotros. Nos perdonó la vida, sino a estas alturas estaríamos hablando de una catástrofe de grandes proporciones, de una goleada de escándalo.
Villa abrió la llave a los 17 tras quitarse a Mendoza con un cambio de ritmo y regatear hacia dentro a Osman para cruzar a Noel con un derechazo alto y fuerte.
España siguió atacando... y perdonando. La producción individual de los nuestros, salvo Wilson, los dos centrales y Valladares, era muy, muy pobre.
¿Las causas? Una sola: el fútbol de élite se juega a precisión con velocidad y nosotros no podemos descifrar esa ecuación.
TENUE ILUSIÓN
En el segundo tiempo se encendió una tenue ilusión. Arrancamos con dos en punta, tuvimos un poco más de posesión de balón y nos paramos unos metros más arriba.
El precio a la búsqueda del empate lo pagamos caro. A los 51, en una contra demoledora, “El Guaje” con un remate violento que se desvió en Osman la mandó a guardar. 2 a 0. Una puñalada que ahogaba, una estocada que mataba cualquier intento de rebelión.
La historia en los restantes minutos fue la misma. El guión se repetía una y otra vez. España atacaba, llegaba claro y fallaba, incluso hasta un penal que Villa disparó desviado cuando Noel ya estaba vencido a los 62.
Sólo fue 2 a 0, gracias a Dios y aún hay una llamita de esperanza en la clasificación, sostenida eso sí, por las matemáticas más no por el juego de los Rueda’s Boy.
Por lo pronto, no fuimos cobardes y eso es un buen síntoma con miras a un cierre digno.
ASÍ VIVIMOS EL PARTIDO
FICHA TÉCNICA
ESPAÑA: Iker Casillas, Sergio Ramos (Alvaro Arbeloa, 77), Joan Capdevila, Carles Puyol, Gerard Piqué, Xabi Alonso, Sergio Busquets, Xavi Hernández (Cesc Fábregas, 66), Jesús Navas, David Villa, Fernando Torres (Juama Mata, 70).
Entrenador: Vicente del Bosque.
HONDURAS: Noel Valladares, Osman Chávez, Maynor Figueroa, Walter Martínez, Wilson Palacios, Elvis Turcios (Ramón Núñez, 63), Amado Guevara, Emilio Izaguirre, Roger Espinoza (Georgie Welcome, 46), Sergio Mendoza, David Suazo (Jerry Palacios, 84).
Entrenador: Reinaldo Rueda.
