David Beckham, con todo su talento en la cancha y encanto frente a las cámaras, no podrá transformar por si solo la cultura del fútbol en Estados Unidos, opinó el técnico de Manchester United Alex Ferguson.
El mediocampista inglés fichó esta temporada con el Galaxy de Los Angeles con la misión de convertir al fútbol en uno de los deportes más populares en Estados Unidos.
Sin embargo, el astro ha jugado poco debido a lesiones en el tobillo izquierdo y una rodilla, y su llegada al balompié norteamericano ha producido frustración en vez de una revolución.
Según Ferguson, incluso un Beckham al cien por ciento tendría dificultades para catapultar al fútbol a los primeros planos deportivos en Estados Unidos.
'Es difícil la situación de David allá. No sé qué impacto pueda tener', dijo el martes por la noche el timonel de Manchester United. 'David Beckham por sí solo no puede cambiar a todo el país'.
Ferguson indicó que el gran tamaño de Estados Unidos evita que existan las rivalidades que hacen que el fútbol sea más emocionante.
'En el fútbol europeo, y especialmente en el fútbol británico, uno puede viajar con facilidad', indicó Ferguson. 'Si uno está en Boston y tiene que ir a Los Angeles, es un vuelo de seis horas. Los hinchas no viajan, así que no existe la rivalidad entre aficionados'.
'Para que exista (la rivalidad) habría que hacerlo regional, pero no hay suficientes equipos para tener cuatro ligas fuertes', agregó.
Ferguson señaló, además, que la MLS sufre porque los mejores futbolistas estadounidenses emigran jóvenes a las ligas europeas.
'Esa situación no ayuda al deporte en Estados Unidos', expresó.