'Fuente de inspiración', 'atacante sin límites', 'probablemente el mejor del mundo', el pequeño delantero argentino Lionel Messi tiene a todo el orbe a sus pies, al presidente del FC Barcelona, a sus compañeros, y a sus rivales.
Ronaldinho, que no vive su mejor momento en el Barça, volverá el martes en Liga de Campeones en Stuttgart; Thierry Henry acaba de marcar un 'triplete' este fin de semana en Liga (4-1 en campo del Levante); pero la atracción del momento es Messi, apodado 'Leo' o 'El pulga' por su pequeña estatura (1,69 m).
Autor de cinco goles en seis partidos desde el comienzo de la Liga, Messi, de 20 años, ve la portería rival con una cadencia desenfrenada y con una facilidad desconcertante.
Su progresión es fulgurante: 1 gol en 7 partidos de Liga en su primera temporada en el primer equipo (2004-2005), 6 dianas en 17 encuentros en 2005-2006, 14 en 26 partidos la campaña pasada, y en 2007-2008 suma 5 en 6 encuentros.
'Es probablemente el mejor jugador del mundo porque no se conforma con desequilibrarte con sus regates, también marca', declaraba el entrenador del Zaragoza Víctor Fernández, cuyo equipo fue barrido en el Camp Nou (4-1) con un doblete del internacional argentino (22 selecciones, 6 goles).
'Messi está en estado de gracia. Su nivel tiene poco equivalente en Europa', reconocía Juande Ramos, técnico del Sevilla, otra víctima del 'huracán' Messi (2-1 con doblete del 'Pulga').
Los rivales se inclinan ante un jugador que dejó huella la pasada temporada con un 'hat-trick' en el 'Clásico' FC Barcelona - Real Madrid (3-3), y con un gol 'maradoniano' en la ida de semifinales de la Copa del Rey contra Getafe (5-2).
En su terreno, los elogios también llueven. 'Messi es una fuente de inspiración', señala el presidente del Barça, Joan Laporta. 'Vive el fútbol con una magia extraordinaria'.
'Marca la diferencia cuando el juego está bloqueado', dice el centrocampista Xavi. 'Es un delantero que no tiene límites'.
Messi gusta también porque no fanfarronea. Su reserva, su humildad, son lo contrario de los arrebatos de Samuel Eto'o o de los 'caprichos' del brasileño Ronaldinho.
El delantero argentino es una perla para el entrenador Frank Rijkaard, que sabe que no protestará si es suplente o sustituido.
'Actualmente juega a un nivel muy elevado', afirmaba Rijkaard después de la actuación del argentino contra el Sevilla, un partido donde dedicó sus dos tantos a Ronaldinho, ausente por una contractura.
'Messi tiene sangre fría y eso me gusta. La alegría que acompaña un gol a menudo se sube a la cabeza, pero Messi se acordó de un compañero. Me ha gustado', sentenció.
