Los aficionados de Marathón y Olimpia vivieron una auténtica fiesta deportiva en el primer juego la gran final del fútbol hondureño, disputado este jueves en el estadio Olímpico.
Dos horas antes del juego ya se comenzaba a ver el masivo movimiento de fanáticos de uno y otro equipo llegando al estadio.
El inmueble deportivo se tiñó de verde y blanco, los colores de los dos equipos finalistas, que son los que cuentan con las dos aficiones más grandes de Honduras.
Marathones y olimpistas derrocharon pasión por sus equipos, y la mayoría compartieron juntos y en paz en las graderías del estadio.
Las aficiones fueron un espectáculo aparte y desde antes que empezara el juego ya coreaban y animaban a sus equipos.
Cuando el partido comenzó explotó la euforia en las dos aficiones. Cada acción fue vivida al máximo por los hinchas, con un ambiente digno de una gran final.