A pesar de que antes del torneo había deseado una final del Mundial entre España y Portugal, Cristiano Ronaldo verá adelantado ese sueño a los octavos de final, donde ambas selecciones chocarán el martes para continuar con vida en el torneo.
“Sería una final muy interesante y muy buena señal. Yo lo firmaba ya. No sólo por jugar contra España, sino porque somos países vecinos y hermanos. Además, podría jugar ante mis compañeros del Real Madrid, eso me encantaría”, dijo en una entrevista a tres meses para Sudáfrica 2010.
En ese momento, CR9 ya sabía que el sorteo de la fase final deparaba la posibilidad de un cruce España-Portugal en octavos, al haber quedado encuadrados ambos países en las llaves G y H, con Brasil como favorita para liderar la primera, como finalmente ocurrió.
A pesar del complicado pulso, el jugador no parece haber perdido el humor y la buena sintonía con los que serán sus rivales el martes en el Green Point de Ciudad del Cabo.
“No os hagáis ilusiones”, le escribió en un mensaje por teléfono móvil a compañeros del Real Madrid como Sergio Ramos, publicó el sábado el diario El Mundo. El defensa andaluz le habría contestado con otro breve mensaje, también en tono desafiante y amistoso: “No te hagas ilusiones tú, máquina”.
En el equipo español, además de Ramos, el astro luso coincidirá con otros cuatro compañeros en el Santiago Bernabéu (Iker Casillas, Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa y Xabi Alonso) y con uno con el que coincidía en el Manchester United, Gerard Piqué, actualmente en el rival histórico Barcelona.
El choque de trenes entre los dos equipos de la península ibérica empezó ya a calentarse, con Cristiano Ronaldo como símbolo, desde que España se clasificó como primera del grupo H en la noche del viernes y se supo que se jugaría el pase a cuartos frente al vecino portugués.
“Cristiano, prepárate”, tituló en portada el sábado el diario Marca, con un foto de Andrés Iniesta y David Villa celebrando el segundo tanto contra los chilenos, acompañado de una foto de Cristiano llevándose una mano a la cabeza y con gesto preocupado.
El jugador de Madeira ha sido el tercer máximo goleador este año en la Liga española, con 26 dianas, sólo superado por su compañero Gonzalo Higuaín con 27 y el argentino del Barcelona, Lionel Messi, con 34, en la temporada en la que se convirtió en el traspaso más caro de la historia: 94 millones de euros.
La “cristianomanía” en la capital española no se hizo esperar y ya en el acto de su presentación oficial con la elástica merengue llenó el Bernabéu con 85,000 espectadores aclamando a su nueva estrella.