Un tribunal deportivo ordenó ayer el cierre del estadio Angelo Massimino en Catania y dictaminó que el club de la Serie A dispute sus partidos de local que le faltan en canchas neutrales o a puertas cerradas.
El fallo del juez Gianpaolo Tosel indica que el club siciliano es
responsable de la violencia que derivó en el asesinato de Filippo Raciti, un policía de 38 años, tras el partido Catania-Palermo el 2 de febrero.
Tosel añadió que aún existe el riesgo de que esos incidentes se repitan en lo que queda de la temporada.
Raciti murió por el impacto de un objeto contundente durante violentos enfrentamientos en las afueras del estadio. Alrededor de 100 personas resultaron heridas.
Al menos 38 personas fueron detenidas, incluyendo 15 menores de edad, y un chico de 17 años es investigado por asesinato.
A raíz de los incidentes, que inicialmente provocaron la suspensión de una fecha, 10 de los 21 partidos del último fin de semana se disputaron a puertas cerradas tras una orden emitida por las autoridades nacionales.
Un total de 24 estadios de clubes de las dos máximas divisiones se vieron afectados al no cumplir con las medidas de seguridad, que incluyen cámaras de circuitos cerrado y tornos en las entradas.
Sigue
Catania se mide a Fiorentina el próximo domingo, pero no se informó dónde se jugará el partido.
