Lo que anoche (11 de diciembre) ocurrió en el gimnasio del Instituto Nicaragüense de los Deportes quedará guardado como una de las páginas más emocionantes del voleibol juvenil centroamericano.
La Selección Sub-15 femenina de Honduras, considerada outsider al inicio del torneo, firmó una actuación memorable al derrotar a la anfitriona Nicaragua y asegurar su presencia en la final de la II Copa Centroamericana Invitacional.
El encuentro fue una montaña rusa de emociones: Honduras tomó ventaja con un sólido 2-0 que silenció por momentos a la afición local. Pero las nicaragüenses, empujadas por el apoyo mayoritario, reaccionaron con fuerza para igualar el partido y llevarlo a un decisivo quinto set que puso a temblar hasta a los más tranquilos.
Ese último capítulo fue pura tensión. Con el marcador 14-11 a favor de Nicaragua, todo apuntaba a una celebración local. Sin embargo, las catrachas demostraron un temple que pocos equipos de su edad pueden presumir: punto a punto, empataron, resistieron tres posibles finales en contra y terminaron concretando una remontada épica para cerrar 20-18, desatando la euforia del banquillo hondureño.
El triunfo no solo selló su pase a la final, sino que confirmó el gran momento de Honduras, que ya había vencido a Guatemala y Belice en sus presentaciones previas .Esta tarde enfrentarán a El Salvador en un duelo que podría darles aún más impulso de cara al domingo, cuando disputarán el título a las 6:00 p.m. en Managua.
Mientras tanto, Nicaragua, Belice y Guatemala deberán pelear el último boleto en una jornada clave para definir a la otra finalista.
Honduras, contra todo pronóstico, se ha convertido en la sensación del torneo y en un equipo que juega sin miedo, con corazón y con una convicción que se está robando todas las miradas.