Roma, Italia
El Juventus de Turín cayó goleado este sábado en Cardiff a manos del Real Madrid en la final de la Liga de Campeones (1-4) y continúa sin romper su mal fario en el partido por el título de la máxima competición continental.
El conjunto turinés, que ya se inclinó en la final de Berlín de hace dos temporadas ante el Barcelona (1-3), suma siete derrotas en nueve presencias en la final y extiende su mala racha a 21 años -ganó el título por última vez en 1996-.
Los italianos llegaban a Gales con un pobre bagaje de dos conquistas en ocho finales (25 por ciento de triunfos) y con la pesada losa de haber caído en sus últimas cuatro presencias: 1997, 1998, 2003 y 2015.
El veterano capitán 'juventino', Gianlugi Buffon, que aspiraba a completar su impoluto palmarés con el único título que le falta, aseguró en la previa del encuentro que el duelo ante el Real Madrid 'podría cambiar la historia de la Juventus'.
Sin embargo, no pudo el conjunto italiano, que después de una buena primera parte, fue incapaz de frenar el vendaval de fútbol ofensivo del Real Madrid, que anotó tres de sus cuatro goles en la segunda mitad, obra de Casemiro, Cristiano Ronaldo y Marco Asensio, para dejar al Juventus sin su tercera Liga de Campeones y con un mal fario que se extiende hasta los 21 años.
A sus 39 años, Buffon es el líder indiscutible del vestuario del conjunto turinés y contribuyó de forma decisiva en el trayecto del Juventus hasta Cardiff: pero el camino para levantar la 'Orejona', tras las dos finales perdidas en 2003 y 2015, sumó otra derrota.
El portero italiano admitió en el pasado que, a pesar de pensar que la final de Berlín de hace dos años pudiera suponer su última oportunidad, nunca paró de abrigar el sueño de volver a jugarse el trofeo, una ocasión que consiguió de nuevo en este curso.
Tras ganar el sexto título liguero consecutivo y levantar la Copa Italia, Buffon estaba determinado en poner sus manos sobre la Copa de Europa para dar otro paso en una brillante carrera que aún está lejos de llegar a su fin.
Sin embargo, el guardameta sabía lo que es ganar un trofeo europeo, ya que levantó la Copa UEFA con el Parma en la temporada 1998/1999 cuando tenía apenas 21 años, aunque levantar el título de la competición más importante a nivel de clubes tenía un sabor distinto.
A pesar de su edad, el portero italiano seguía representando una garantía para el Juventus, tanto a nivel de personalidad como a nivel de méritos deportivos.
En este curso, Buffon era el arquero menos goleado de la Liga de Campeones, con sólo 3 goles recibidos -a los que se suman los cuatro encajados en la final de Cardiff-, y mantuvo su portería imbatida contra algunas de las mejores delanteras del mundo, como la del Barcelona.
El internacional italiano fue protagonista con unas intervenciones determinantes contra el club catalán, sobre todo en el duelo de ida, cuando negó al español Andrés Iniesta y al uruguayo Luis Suárez unos goles que hubieran podido cambiar esos cuartos de final.
Tras establecer la quinta mejor racha de partidos sin recibir goles en Europa (690 minutos), Buffon trataba de cortar el vuelo del Madrid y del portugués Cristiano Ronaldo, que venía de marcar 8 goles en los últimos cuatro partidos europeos.
El número 7 del club blanco subió el nivel de sus prestaciones de paso con el crecimiento de la importancia de los compromisos y le ganó el pulso a Buffon que casi le asegura ser el próximo ganador del Balón de Oro.
Tenía 25 años Buffon cuando disputó su primera final; allí, tuvo que rendirse en los penaltis contra el Milan del entrenador italiano Carlo Ancelotti.
Doce años después, el arquero volvió a caer, esta vez ante el Barcelona del técnico español Luis Enrique Martínez y los goles de croata Ivan Rakitic, Suárez y el brasileño Neymar Júnior.
Tras conquistar como protagonista ocho títulos ligueros, cuatro Copas Italia, seis Supercopas nacionales, una Copa Uefa y un Mundial, Buffon buscaba agregar a su palmarés su anhelada Liga de Campeones y coronar una carrera empezada en 1995. EFE
