Tras la suspensión de la FIFA a Brayan Moya de toda actividad deportiva, el departamento legal del Club Deportivo Olimpia, encabezado por el abogado José Rivera Ferrari y el presidente Rafael Villeda, ya analizan el caso.
Al atacante hondureño no le queda otra opción más que pagarle al Zulia de Venezuela la cantidad de 120 mil dólares, es decir, unos 3 millones de lempiras.
Una de las opciones que el club olimpista maneja es el pago de la demanda que exige Zulia para mantener activo al jugador, dado que es el mejor hombre en ataque en este momento.
A cambio, Olimpia y Moya acordarían un nuevo contrato más extenso y así compensar la inversión que harían al pagar esa demanda.
“Estamos preocupados porque es un gran jugador y aporta mucho al equipo. Son situaciones que se presentan y vamos a esperar que se puedan resolver de la mejor manera”, indicó Rafael Villeda en declaraciones al programa Hoy Mismo.
Y añadió: “Moya va a contar con el respaldo de club para buscar la forma en que se pueda resolver o esperar los seis meses que podría estar inhabilitado en caso que no se resuelva su situación actual”.
El contrato no contemplaría una cláusula de salida al extranjero, o sea en ningún momento se iría libre o cuando él quisiera como actualmente fue negociado.
Si llegara una oferta del extranjero tempranera, Olimpia será quien decida y en caso de una venta lo primero a saldar sería la parte invertida en la demanda.
En lo que va del Clausura 2022, Moya se ha convertido en el goleador del Olimpia ya que ha marcado cinco goles siendo una pieza fundamental en el esquema de Pablo Lavallén.
El origen de la sanción
En febrero de 2020, Brayan Moya se marchó al Águilas Doradas Rionegro de Colombia a petición del entrenador Francesco Stifano quien lo dirigió en Zulia, sin embargo estando en el país existió un impasse y el traspaso se cayó por temas económicos, en este momento, Bryan no notificó que tenía un año de contrato con el cuadro venezolano.
Y fue hasta julio de 2020 cuando el 1 de Agosto de Angola anunció el fichaje del hondureño, el club africano informó que Moya presentó la rescisión de contrato con su anterior empleador, sin embargo tras ser oficializada la contratación, Zulia reclamó ante FIFA alegando que el futbolista aún tenía contrato con ellos por 12 meses.
Fue hasta 2021 que FIFA decidió sobre el caso y en noviembre el 1 de Agosto anunció que rescindía contrato con Moya debido a que FIFA oficialmente les notificó que Moya “había firmado, en fecha anterior a su vinculación a nuestro club, un contrato con el ZULIA FC, de Venezuela” y le prohibió participar en cualquier competencia con el club.
Sin embargo, tras el fallo de FIFA a favor del equipo sudamericano, Moya, con apoyo del 1 de Agosto, decidió apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) “reclamando la falta de validez de este contrato presentado por ZULIA FC” y este ente decidió mantener habilitado a Moya para jugar con el cuadro angoleño y la Selección de Honduras, pese a esto y ante la situación legal a futuro, el 1 de Agosto decidió rescindir el contrato de mutuo acuerdo.
Luego en enero del presente 2022 el Olimpia contrató a Moya por un año sin que el atacante, o el TAS, haya resuelto su problema contractual con el Zulia.
Sin embargo, hoy 7 de marzo la FIFA falló a favor del Zulia y Moya deberá de pagar tres millones de lempiras si desea seguir participando con Olimpia y la selección de Honduras.
El club venezolano reclama que, “de acuerdo con lo dispuesto por el art. 17.1 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA, para el supuesto de ruptura anticipada del contrato por decision express o culpa de “EL FUTBOLISTA PROFESIONAL”, debido a la indemnizacion por rescision anticipada de contrato, Zulia reclama que Velásquez Moya debe pagarles una suma de TRES MILLONES DE DOLARES ESTADOUNIDENSES (USD 3.000.000,00) netos, que en lempiras se trasladan en 73,413,390, pues la resolución de FIFA es pagar 120 mil dólares, que fue lo que en mayo del 2021 reclamó el Zulia por el incumplimiento de contrato, sumado el 5 por ciento anual en intereses. Sin embargo, la Cámara de Resoluciones del fútbol venezolano indica que solo son 120 mil dólares, que remontan a unos 3 millones de lempiras.