Lucharon con fe. En silencio, armaron un equipo donde la estrella es la colectividad. Sin prensa a su alrededor, se aferraron al sueño y anoche lo concretaron: Real Juventud ya es de la élite del fútbol hondureño.
Los santabarbarenses vencieron 3-1 al Social Sol y se consagraron campeonísimos de la Segunda División. Ganaron el Apertura y el Clausura, sin “vedettismos”, con sudor y trabajo, nada más. Qué más se le puede pedir.
Anoche sufrió. Hasta el minuto 69 perdía. A los 30 minutos de juego, César Zelaya dejó mudo el estadio Argelio Sabillón, al marcar el 1-0 tras un error defensivo.

Cuando parecía que se irían al tiempo de alargue, a los 88 minutos, Charles Raymond superó a Duarte y ponía la fiesta en Santa Bárbara.
La locura se desató y cuando se jugaba tiempo de descuento, Juan Carlos Róchez se encargó de ponerle la lápida al encuentro.
No hubo necesidad de continuar porque el Social Sol dio paso a la hinchada del Real Juventud que ya estaba en el terreno dando la vuelta olímpica, que los acreditaba como los ascendidos, al ganar los torneos de Apertura y Clausura.