Bogotá, Colombia
Transcurría el minuto 58 del partido en que empataban Santa Fe de Bogotá y Atlético Mineiro de Brasil por la Copa Libertadores.
De pronto, las cámaras captan la carrera de un joven aficionado desde la tribuna hacia la figura del cuadro visitante: Ronaldinho Gaucho.
El joven evade el cinturón de seguridad de las autoridades, da la carrera, pasa casi por sobre uno de los jugadores locales y abraza a la estrella brasileña que inmediatamente responde con calma y dando una señal de calma a los policías que llegaban tras el aficionado.
Dinho incluso cambió unas palabras con el joven que sin duda alguna le expresó todo lo que sentía por el exjugador del Barcelona, uno de los más grandes de la historia según los especialistas.
Tras los segundos que le pusieron aún más sabor al partido, Dinho le señaló al joven y a los mismos policías por dónde tenían que salir para permitir el reinicio del encunetro.
Y como si ya estuviera acostumbrado, el exseleccionado carioca se quedó en el medio del campo, se acomodó la banda elástica que le sostenía su larga y característica cabellera y nuevamente se dispuso a jugar.
Al final del encuentro, a pesar de ser visitante, el gesto de Dinho le valió el aplauso de los asistentes, a lo que el brasileño respondió saludando a la tribuna, haciendo la venia, y tomándose fotos con algunos aficionados y organizadores que aprovecharon la permanencia del jugador en el terreno de juego al finalizar el partido que concluyó 1-1.
