El mundo del deporte se encuentra de luto luego de que la madrugada de este miércoles el exjugador de la NFL, Aaron Hernández, decidió quitarse la vida.
Según la versión oficial, el exfutbolista de los Patriotas se ahorcó con una sábana terminando con un fatal desenlace que ha dejado asombrados a todos ya que en su momento tuvo en sus manos la oportunidad de llegar a convertirse en leyenda del fútbol americano.
Aaron nació el 6 de noviembre de 1989 en Briston, Connecticut, donde creció lleno de carencias a pesar de los grandes esfuerzos de sus padres, Dennis Hernan. En 2006, su padre murió debido a una infección tras una cirugía por una hernia, episodio que marcó su vida; según amigos cercanos, nunca volvío a ser el mismo.
Tenía apenas 23 años cuando los Patriots apostaron por él y firmó un contrato de cinco años por 40 millones de dólares. En sus primeras dos temporadas en la NFL, participó en un Super Bowl y un Pro Bowl, mostrando un gran nivel, por lo que Nueva Inglaterra amplió su contrato por cinco años, por más de 40 millones de dólares.
EL INICIO DE LA TRAGEDIA
Sin embargo para el 2013 su vida dio un giro inesperado cuando fue arrestado. Dos días después, los Patriots lo cortaron y el 15 de abril de 2015 fue encontrado culpable del homicidio de Odin Lloyd, jugador semiprofesional que era novio de la hermana de su prometida.
Para 2014, Hernández fue imputado por dos homicidios más, el de Abreu y Furtado; un años más tarde, inició el juicio por el asesinato de Lloyd, en el cual fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua sin derecho a fianza.
La semana pasada el exjugador fue absuelto por el asesinato de Abreu y Furtado; A pesar de ese veredicto tenía que seguir cumpliendo cadena perpetUa debido a su anterior condena.
 Desde el momento que Aaron fue arrestado su vida comenzó a convertirse en tragedia.
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Además, Hernández intentó bloquear la puerta de su celda desde dentro colocando numerosos objetos.
La muerte del exjugador se produce el mismo día en el que el presidente de EE. UU., Donald Trump, tiene previsto recibir en la Casa Blanca a su antiguo equipo, los Patriotas de Nueva Inglaterra, para felicitarles por ganar la Super Bowl.
