Para quienes se inician en la conducción, es esencial conocer algunos aspectos básicos del mantenimiento del vehículo. Aquí hay una guía práctica:
Revisión del Aceite: Verificar el nivel de aceite regularmente y cambiarlo según las recomendaciones del fabricante. El aceite es crucial para el buen funcionamiento del motor.
Neumáticos: Mantener la presión adecuada de los neumáticos y revisar su desgaste. Rotar los neumáticos cada 10,000 km para asegurar un desgaste uniforme.
Frenos: Inspeccionar los frenos periódicamente. Si escuchas ruidos extraños o sientes vibraciones al frenar, es hora de revisarlos.
Filtros: Cambiar el filtro de aire y el filtro de combustible según el manual del vehículo. Estos filtros aseguran que el motor reciba aire limpio y combustible sin impurezas.
Batería: Verificar la carga de la batería y limpiar los terminales para evitar la corrosión. Reemplazar la batería cada 3-5 años.
Refrigerante: Comprobar el nivel de refrigerante y rellenarlo si es necesario. El refrigerante evita que el motor se sobrecaliente.
Luces: Asegurarse de que todas las luces del vehículo funcionen correctamente, incluyendo los faros, luces traseras y direccionales.
Líquidos: Revisar y rellenar otros líquidos esenciales como el de frenos, dirección asistida y transmisión.
Correas y Mangueras: Inspeccionar las correas y mangueras del motor para detectar signos de desgaste o grietas.
Suspensión: Mantener la suspensión en buen estado para asegurar una conducción suave y segura.
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