Roma. El papa Francisco ha reconocido recientemente que la pandemia ha agravado las tensiones en algunos matrimonios y les aconseja ser más cariñosos y recordar palabras claves: “Por favor, gracias y lo siento”.
El papa escribió una carta divulgada en diciembre durante el feriado católico que conmemora a la familia de Jesús. La carta surge en medio de un año que el pontífice ha dedicado a la familia y que deberá concluir en el X Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará en Roma del 22 al 26 de junio de 2022, en una edición innovadora que también implicará a las comunidades diocesanas de todo el mundo.
Francisco en la carta llamó a las parejas casadas a seguir teniendo hijos para contrarrestar “el invierno demográfico” que, por ejemplo, en Italia ha llevado a una de las tasas de nacimiento más bajas del mundo. “Quizás no nacimos en una familia excepcional libre de problemas, pero nuestra familia es nuestra historia. Todos deben pensar: ‘esta es mi historia’”, declaró el pontífice. “Son nuestras raíces. Si las cortamos, ¡se acaba la vida!”.
En la carta, Francisco reconoció que los confinamientos y las cuarentenas han obligado a las familias a pasar más tiempo juntas. Esa convivencia forzada, a veces puso a prueba la paciencia de padres y hermanos y, en algunos casos, condujo a verdaderas dificultades.
“Los problemas preexistentes se agravaron, generando conflictos que en algunos casos se volvieron casi insoportables. Muchos incluso experimentaron la ruptura de una relación”, escribió el papa. También recordó a los padres que la ruptura de un matrimonio es particularmente difícil para los niños, quienes ven a sus padres como una fuente constante de estabilidad, amor, confianza y fortaleza.
“La ruptura de un matrimonio causa un sufrimiento inmenso, ya que muchas esperanzas se frustran y los malentendidos pueden llevar a discusiones y heridas que no se curan fácilmente”, dijo el papa.
“Los niños sufren el dolor de ya no ver a sus padres juntos”. Instó a los padres a buscar ayuda para tratar de superar los conflictos, incluso a través de la oración.
Llamó a las familias a que prioricen “el perdón sobre la discordia”. “En la familia hay tres palabras que hay que custodiar siempre: permiso, gracias, perdón”, precisó.