Trabajar para una de las empresas más importantes de ingeniería del país me hizo sentirme afortunado y privilegiado entre mis amigos que no encuentran trabajo. Sin embargo, como dicen por ahí: “todo lo que sube tiene que bajar”, y así me pasó. Tuve un error muy grande en una de las construcciones que hicimos y por poco hecho a perder una obra. De no ser por uno de mis compañeros, todo se hubiera desperdiciado y de seguro yo ya no tendría trabajo.
El problema es que después de eso no me he sentido seguro conmigo mismo y suelo cometer errores de novato, y ni los cálculos más sencillos me salen tan bien como antes. ¿Crees que deba acudir a algún especialista o conocer alguna forma de hacerme recuperar la confianza en mí?
Rubén, 37 años, ingeniero
Respuesta
¡Hooola!, Rubén, comprendo lo que ha ocurrido, pero no es el fin de tu carrera; de una etapa sí, pero no de tu carrera. Ahora te corresponde tragarte la píldora de “ubicatex” que te ha dado la vida y confiar de nuevo en tus habilidades, pero sin menospreciar a tus compañeros o creyendo que eres la última paleta helada en el desierto.
Eres un humano, punto. Y sí, va a ser muy útil que acudas a terapia para que reacomodes todos los tornillos que se te salieron del camino de la soberbia. Se vale sentirse inteligente, lo que no se vale es burlarse de los demás o pensar que se está por encima de todo el mundo. Aplícate en la terapia, no me queda la menor duda de que volverás a ser el ingeniero del que te sientes orgulloso; sin embargo, seguramente tratarás mejor a otros humanos.