Pareja
Hola, Tía Remedios, ¿sabes? Trabajo en una tienda de conveniencia y te leo diario. La razón por la que me dirijo a ti es la siguiente:
En mi trabajo tengo un compañero que se hizo mi amigo, pero hoy en día se me insinúa de una manera que me desconcierta, a veces pasa y me toca las nalgas, incluso me ha tocado mis partes nobles, y me llama diario, me escribe y me invita salir, pero la verdad ya estoy cansado de esto.
No sé qué hacer ni a quién recurrir, porque lo peor es que las personas pueden pensar que somos gays, y no sé si sea el caso o si sólo será que está jugando. Ayúdame, por favor. Elías
Respuesta
¡Hooola!, mi querido Elías. Mil gracias por leerme diario. Te pregunto: ¿qué te impide decirle a tu amigo lo que sientes? Dices que se te insinúa. ¿Por qué no le preguntas a la cara qué quiere contigo? Y es necesario que le digas que pare su manera de interactuar contigo si no te gusta.
Cuando te toque las nalgas y partes nobles de tu anatomía, dile que deje de hacerlo. ¿Por qué no se lo has dicho?, ¿será porque te gusta? Revísate. ¿Qué te impide decirle que no lo haga?
Tú tienes derecho a decidir a quién le permites que te toque y a quien no. Y sobre las llamadas e invitaciones también puedes decirle que no te gusta que lo haga.
Pero también te preguntaría ¿cómo fomentas o alimentas la amistad con las personas? Si no sales a divertirte o a compartir alguna afición o gusto, ¿cómo haces amistad?, ¿o para ti amistad sólo es hablar en horas de trabajo?
Revisa también tu concepto de amistad. Más allá de que la gente pueda pensar que son homosexuales, lo importante es que tú estés seguro de quién eres y qué quieres hacer con tu vida y con tus amistades. Eso lo decides tú, no los demás. Así que revísate y aplícate.
En mi trabajo tengo un compañero que se hizo mi amigo, pero hoy en día se me insinúa de una manera que me desconcierta, a veces pasa y me toca las nalgas, incluso me ha tocado mis partes nobles, y me llama diario, me escribe y me invita salir, pero la verdad ya estoy cansado de esto.
No sé qué hacer ni a quién recurrir, porque lo peor es que las personas pueden pensar que somos gays, y no sé si sea el caso o si sólo será que está jugando. Ayúdame, por favor. Elías
Respuesta
¡Hooola!, mi querido Elías. Mil gracias por leerme diario. Te pregunto: ¿qué te impide decirle a tu amigo lo que sientes? Dices que se te insinúa. ¿Por qué no le preguntas a la cara qué quiere contigo? Y es necesario que le digas que pare su manera de interactuar contigo si no te gusta.
Cuando te toque las nalgas y partes nobles de tu anatomía, dile que deje de hacerlo. ¿Por qué no se lo has dicho?, ¿será porque te gusta? Revísate. ¿Qué te impide decirle que no lo haga?
Tú tienes derecho a decidir a quién le permites que te toque y a quien no. Y sobre las llamadas e invitaciones también puedes decirle que no te gusta que lo haga.
Pero también te preguntaría ¿cómo fomentas o alimentas la amistad con las personas? Si no sales a divertirte o a compartir alguna afición o gusto, ¿cómo haces amistad?, ¿o para ti amistad sólo es hablar en horas de trabajo?
Revisa también tu concepto de amistad. Más allá de que la gente pueda pensar que son homosexuales, lo importante es que tú estés seguro de quién eres y qué quieres hacer con tu vida y con tus amistades. Eso lo decides tú, no los demás. Así que revísate y aplícate.