Redacción. Los casos de divorcios entre parejas jóvenes son más frecuentes, quienes han pasado ya por esa experiencia saben que las causas muchas veces pudieron evitarse. Tal es el caso de Gerald Rogers un hombre divorciado que ha usado su propia experiencia para aconsejar a otros hombres y así ayudarlos a que no cometan sus mismos errores en un matrimonio.
La sabiduría que este hombre comparte en su carta bien le servirá a las parejas principiantes como una mejor guía para entender los puntos fuertes en la vida de los casados; así también a esos matrimonios que tal vez hoy estén pasando por un mal momento.
Jamás des por ganada a una mujer. Cuando te casaste prometiste ser el dueño de su corazón; entonces sé un dueño atento. Si ella te ha elegido a ti, no olvides ni por un solo día que sigues “saliendo” con tu chica (flojear en el amor es un grave error).
Ten presente cuidar tu corazón con la misma atención que proteges el de ella. Siempre debe existir en tu corazón un lugar en el que solo ella es la invitada especial, un espacio exclusivo de ambos y al que nadie más podrá entrar.
Las parejas cambian a medida que el matrimonio se desarrolla. No eres la misma persona que fuiste cuando te casaste, y con el tiempo y el cambio también llegará un tipo de reelección de amor, la cuál deberá ser mutua. Es importante estar consciente de que ella no tiene por qué quedarse contigo, mucho menos si descuidas de su corazón; por eso será importante pelear por reenamorarte de ella las veces que haga falta.
Los rasgos admirables suelen brillar cuando contemplamos su lado positivo. No conviertas pequeños detalles en razones para estar incómodo, no vale la pena. Mejor concentrémonos en las cosas que siempre verás con amor, esos motivos que te recuerdan por qué tu esposa te hace sentir el hombre más afortunado en la tierra.
Tu trabajo es amarla tal y como es, sin estar a la expectativa de que un día la cambiarás. Y si en algún momento cambia, aprecia solo la manera en que lo hizo. Así sea de la forma en la que tú querías o no, recuerda que ella cambia solo por y para sí misma.
No es tarea de tu esposa hacerte feliz, como tampoco es capaz de hacerte sentir inferior. Suena fácil, pero es un verdadero trabajo de autodisciplina encontrar tu propia felicidad sin depender de la que te brinda tu pareja. Tomar responsabilidad de tus sentimientos te permitirá aportar solo las cosas positivas y alegres a tu relación.
Si el que se siente frustrado y enojado eres tú, jamás debes culparla a ella. Toma siempre un respiro, mira dentro de ti y pon atención a lo que te está molestando en ti. Las frustraciones usualmente son catalizadores de algo que perturba tus sentimientos, incluso podría ser una herida emocional en tu juventud. Es trabajo tuyo curar esas heridas, pues estás con una mujer que ama al hombre que eres ahora pero tu pasado no es culpa suya.
Cuando ella está triste o enojada, no es trabajo tuyo arreglar su humor. Pero lo que sí podría ser tu tarea sería hacerle saber que todo estará bien, así como decirle lo importante que ella es para ti. Mantente fuerte para tu esposa, sin juzgarla ni huir de sus momentos de frustración. Ten presente la tormenta de emociones por las que el espíritu femenino puede enfrentarse. Escucha atento a lo que dice detrás de palabras o emociones.
No hace falta tomarse todo tan en serio; ríe y hazla reír. Las risas en el hogar, ya sea a la hora de la cena o en la alcoba, hacen de cualquier relación algo muy sencillo de sobrellevar. Siempre será grato darse el tiempo de calidad con respectivos sentidos del humor; es decir, en algún momento han tenido juegos y chistes personales, ¿por qué dejar que muera la complicidad de una broma con tu pareja?
Entrégale no solo tu tiempo, dale tu atención y tu alma. Haz lo que haga falta para limpiar tu mente de distracciones cuando estés a punto de verla. Antes de la cena, cierra mentalmente tu agenda y olvida las tareas del día siguiente. Cuando estás con ella, estás con el cliente más importante de todos; hazle saber que así de valioso es tu tiempo con tu esposa.
Disfruta la seguridad de estar dispuesto a cargarla con el poder de tu presencia masculina para consumirte en ella. Atraviesa su ser en cuerpo y alma hasta los más profundos niveles de complicidad. Deja que se derrita en su propia y suave feminidad hasta que sienta toda la confianza que puede depositar en ti.
No tengas miedo a equivocarte. Eventualmente, cualquiera de los dos se equivocará pero evita cometer los peores errores. Aprende en la marcha de los tropiezos, es claro que ninguno fue hecho para ser perfecto, pero si la amas, piensa siempre en las consecuencias de cualquiera de tus actos. Tonto es el que hace tonterías.
Por lo general, las mujeres tienden a siempre dar. Son buenas en eso, pero llegará el momento en que ellas necesitarán su espacio para llenarse a sí mismas otra vez. Dale su tiempo para que vuele consigo misma a encontrar nuevas formas de cantar, bailar o hacerte reír. Reinventarse es parte importante de una mujer para mantenerse feliz, sobre todo si tiene hijos; ella necesitará su momento para encontrarse a sí misma después de “perderse” entre la familia y el mundo que le rodea.
Si quieres que en su matrimonio haya confianza, deben estar dispuestos a compartir todo; especialmente esas cosas que más les cuesta confiar. Cuesta coraje amar plenamente, también cuesta abrir el corazón por completo a una pareja, sobre todo cuando nunca sabes cómo reaccionará al conocer lo que hay dentro de ti. Las apariencias no valen la pena en un matrimonio, y si no dejas de aparentar algo que no eres, no podrás jamás vivir lo que es el amor pleno.
No tienes por qué tener todo el peso de la relación sobre ti. Sé capaz de compartir tanto miedos como sentimientos, es importante tener el conocimiento de cuáles son nuestros errores.
La atrofia es un proceso natural cuando se deja de trabajar un músculo. Justo así pasa con las relaciones si se dejan de trabajar. Encuentren metas en común, planes y visiones que tengan los hagan verse siempre a futuro.
Aprende los lenguajes de amor de tu esposa y las maneras específicas en las que ella se siente importante y apreciada. Pídele que haga una lista de las 10 cosas que la hacen sentir amada, memoriza y toma como prioridad hacerla sentir como reina diariamente.
El dinero es un juego, encuentren maneras de trabajar juntos como equipo y ganar. Nunca ayudará que se pongan de equipos contrarios para pelear. Descubran formas de sacar el potencial que cada uno tiene para siempre ganar el juego de la prosperidad.
Entreguen mutuamente siempre el perdón inmediato y concéntrense en el futuro en lugar de cargar con el pasado. Entre más se prolonga la aceptación del peso de los errores, más difícil será el camino que deberán tomar. Ahorren tiempo valioso en su matrimonio que podrían estar disfrutando y tengan siempre presente que para todo en la vida el perdón libera.
Al final, este es el único consejo que necesitarás. Si te riges siempre bajo esta regla no habrá manera de que la felicidad en tu matrimonio llegue a estar en riesgo. Hoy que puedes, entrega amor como si nunca se te fuera a terminar.
Tomado de Okchicas
La sabiduría que este hombre comparte en su carta bien le servirá a las parejas principiantes como una mejor guía para entender los puntos fuertes en la vida de los casados; así también a esos matrimonios que tal vez hoy estén pasando por un mal momento.
1
Nunca dejar de cortejar
2
Protege tu corazón siempre
3
Te enamorarás las veces que sea necesario
4
Concéntrate en lo que amas
5
Cambiarla NO es tarea tuya
6
Toma responsabilidad de tus emociones
7
No la culpes por que “te ha hecho enojar”
8
Permite a tu mujer ser como es
9
Mantén siempre el sentido del humor
10
No te pierdas de su vista
11
Siéntete dispuesto a tomarla sexualmente en tu vida
12
No seas siempre el “idiota”
1
13
Aprende a darle su espacio
14
Sé totalmente transparente
15
Sé vulnerable
16
Nunca dejen de crecer juntos
17
Complementa su alma diariamente
18
Dejen de preocuparse por el dinero
19
El perdón inmediato
20
Siempre elige al amor, elige al amor siempre
Tomado de Okchicas