SAN PEDRO SULA. El 17 de septiembre es un día especial en el calendario cívico de Honduras, ya que es una fecha dedicada a celebrar la loable labor de los maestros, quienes se esmeran día a día para compartir conocimientos, cultura, valores morales y éticos con los niños y jóvenes.
El Día del Maestro es una fecha propicia para que la sociedad hondureña reflexione sobre el rol de los docentes en los procesos de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles educativos.
Así como respetar y valorar los esfuerzos que esta profesión conlleva, ya que no solo se trata de enseñar una materia en específico, sino de convivir muchas horas con distintas personalidades, aprender a tolerarlas y ser consejeros en diversas situaciones que los estudiantes pudieran atravesar.
CELEBRACIÓN
El Día del Maestro se estableció a partir del 17 de septiembre de 1923, en honor al fundador de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), José Trinidad Reyes, un sacerdote que luchó contra la pobreza y sus causas, apoyando a los pobres e insistiendo en su derecho a la educación no solo en temas religiosos, sino también en asuntos como la ciencia y la cultura.

ROL EN LA SOCIEDAD
El desarrollo de los pueblos radica en la buena educación de sus ciudadanos, situación que compromete a los docentes de todos los niveles en el proceso de formación y capacitación de los niños y jóvenes, en todos los campos del conocimiento.
Asimismo, es deber del Estado velar por una justa remuneración y proveer las herramientas necesarias para ejercer su trabajo de la mejor manera.
¿QUÉ SIGNIFICA SER MAESTRO?
El joven docente, Nelson Rápalo, expresó que “un maestro es alguien que sirve a los demás con los talentos que ha adquirido a través de su carrera; un maestro es un mentor, instructor, educador, y sobre todo un formador”.
Lo que más me apasiona es compartir el conocimiento, guiar, enseñar, apoyar y ver los resultados de mi enseñanza.

“Somos transformadores (y de mucha influencia) para los alumnos, es por eso que tenemos sobre nuestros hombros la responsabilidad de transmitir el conocimiento a los futuros profesionales en todas las áreas”, agregó.
Respecto a lo que más le gusta de ejercer la docencia, dijo: “No hay más grande satisfacción que ver a mis estudiantes realizar las cosas con excelencia, mucho más cuando ponen en práctica el conocimiento adquirido de una forma mejorada a la que uno enseñó, es hermoso ver el fruto de lo que construimos por medio de las enseñanzas”.