A causa de situaciones laborales, afectivas o simplemente cotidianas, el organismo humano está constantemente sometido al estrés. Es por ello que la relajación y la meditación pueden ser de gran ayuda al permitir que mente y cuerpo entren en una situación de equilibrio para liberarse de tensiones.
“Cuando la persona está estresada tiende a sufrir de contracciones en el músculo trapecio, en cuello, espalda alta y baja, así como en los miembros superiores e inferiores”, advierte Óscar Salas Fraire, especialista en medicina deportiva.
Los beneficios de estas técnicas están comprobados, ya que sus efectos no solo van dirigidos al sistema músculo-esquelético, sino también al cardiovascular, respiratorio y endocrinológico, al llevar a las glándulas a secretar una cantidad modulada de hormonas, como el cortisol, que conducen a un estado de estrés.
“El problema de la relajación es que le dedicamos muy poco tiempo a practicarla. Estamos tan metidos en una agitación cotidiana, laboral, familiar y de compromisos sociales que no nos permiten tener tiempo para nosotros mismos”.
Por su parte, el psiquiatra José Castillo Ruiz afirma que la relajación tanto como la meditación tienen efectos positivos, ya que incrementan la producción de neurotransmisores en el lóbulo frontal izquierdo del cerebro, como la serotonina, la norepinefrina y la dopamina.
También se elevan los niveles de la proteína BDNF o del factor neurotrófico derivado del cerebro. Todos ellos producen un incremento de la corteza cerebral en esta área.
“Mejoran el área de la ínsula, que se encuentra entre el lóbulo frontal y el lóbulo temporal y que es el lugar donde se percibe la saciedad de los alimentos y la regulación de la imagen corporal”, sostiene.
Meditación. Es la meditación un método viable, aunque tradicionalmente está asociada con algunas religiones, la práctica de la meditación resulta coadyuvante para contrarrestar periodos de tensión.
“Es otra de las posibilidades que tiene el ser humano. Existe una forma de meditar dentro del ámbito religioso y otra para el ámbito profesional o laboral, la cual resulta benéfica para la salud”, comenta Salas Fraire.
Las maneras de meditar son diversas, pero todas convergen en invitar a la persona a serenarse, escucharse a sí misma y, si tiene un problema, concentrarse en un punto que le permita visualizar las posibilidades de resolución.
Lee: ¿Por qué beber una copa de vino al día equivale a una hora de ejercicios?
Ejercicios de estiramiento y relajación
“La manera más sencilla es estar sentado en ángulo recto, tanto el tronco como las piernas, en un lugar cómodo, sin ruido, con los ojos abiertos o cerrados, o bien estar acostado en una superficie plana, evitando caer en el sueño.
“Hay que relajarse completamente y soltar los músculos: desde las plantas de los pies pasando por los chamorros, muslos, cadera, abdomen, torso, espalda, brazos, antebrazos, manos, cuello, hasta el rostro”, expresa el psiquiatra José Castillo Ruiz.
Hay que aprender a soltar por completo todos estos músculos y posteriormente centrar la atención en aspirar el aire por la nariz y exhalarlo por la boca.
PASO A PASO.
1. Elija un lugar tranquilo.
2. Realice algunos ejercicios ligeros de estiramiento para aliviar la tensión muscular antes de empezar
3. Siéntese o acuéstese.
4. Respire lenta y profundamente.
5. Suavemente tense y relaje su cuerpo, empezando por los pies hacia arriba.
6. Retire cualquier distracción de su mente.
7. Hágalo por 20 minutos, después respire profundo.