Ya sea que estés próximo a emprender un viaje de paseo o finalmente se acerque el momento de regresar a casa, tener que conducir en carretera puede plantear un desafío, sobre todo cuando no se cuenta con la suficiente experiencia.
Circular a velocidades por encima de los 80 kilómetros por hora no deja de ser riesgoso, y los nervios al volante en ocasiones se tornan traidores, por no mencionar el hecho de que no todos aquellos a cargo de un volante tienden a ser los más responsables.
¿Qué valorar?
Elegir bien el día y la hora en que echará a andar el recorrido siempre facilitará las cosas. Como recomendación, evite los viernes para la salida y los domingos para el regreso (siempre que sea posible) y opte por dar inicio a la ruta temprano por la mañana.
Hay quienes creen que viajar en carretera es una gran oportunidad para pisar a fondo el acelerador y disfrutar del auto, pero el riesgo de sufrir un accidente o provocárselo a otro está presente. Si no suele viajar a alta velocidad será muy fácil que pierda el control del vehículo en la autopista, más si tiene muchas curvas.
Lo ideal es que te incorpores al carril de baja velocidad en un principio (el del lado derecho) y te mantengas allí en un ritmo razonable en el que puedas controlar el auto. Si alguien detrás intenta presionarte para que cedas el paso, ignóralo y sigue tu camino; siempre deben rebasar por la izquierda.
Los adelantamientos debe hacerlos con el mayor de los cuidados. Establecer una velocidad y distancia adecuadas sigue siendo clave para gestionar un cambio de carril en carretera. Debe dejar entre cuatro y seis segundos de espacio entre su vehículo y el auto delantero mientras maneja.
Además, comprueba rutinariamente el espejo retrovisor y el punto ciego antes de cambiar. Más espacio significa que tienes más tiempo de reaccionar. Viajar en carretera con lluvia o neblina puede ser una experiencia aterradora y riesgosa, aun para choferes expertos, pues la poca visibilidad y el asfalto resbaladizo podrían provocar estragos mayores.
Lo mejor es moverse en un día soleado con poca posibilidad de lluvia, o al menos cuidar que los parabrisas, espejos y neumáticos estén en las mejores condiciones.
Finalmente, parece algo simple y sin importancia, pero los nervios al volante y el miedo suelen ser dos factores que provocan una gran cantidad de accidentes, por lo que es ampliamente recomendado que los deje en casa y salga en su auto a disfrutar de un lindo rato de manejo tranquilo.