Los niños leen si miran el ejemplo de sus padres  

Los pequeños pueden adoptar el hábito de la lectura si ven a sus padres leyendo

  • 04 nov 2015

España.

Lo más importante para los padres es tener un abanico amplio de títulos para que sus hijos puedan leer libros que les gusten y descartar los que no.

'Es interesante dejarles descubrir diferentes obras y formatos sin condicionarles, para que ellos decidan', según la opinión de Sven Huber, cofundador de Boolino www.boolino.com, una plataforma para el fomento de la lectura infantil.

Desde esta web se ofrecen recomendaciones sobre los mejores libros adecuados al perfil de cada niño.

'La calidad de un libro depende de muchos factores, ya que un título que entusiasme a un niño y estimule su curiosidad puede no interesar a otro y, además, a menudo, lo que los adultos consideramos positivo puede no apetecer en absoluto a los pequeños', indica Huber, quien sostiene que 'hay un libro para cada niño o niña'.

¿Qué hacer?

Sobre qué pueden hacer los padres para conseguir que sus hijos se inicien en la lectura, lean más y lo conviertan en un hábito, este experto con una amplia experiencia en el sector editorial es categórico: 'Lo más importante es que niños y niñas vean leer a sus padres'.

'Para que los niños asocien la lectura con algo placentero es necesario que vean a sus personas de referencia disfrutar con ello; de otro modo es difícil hacer de la lectura algo cotidiano y natural'.

Gestos tan sencillos como regalarles un libro, crear una biblioteca personal en casa, un rincón de lectura para ellos u organizar un club de lectura en familia pueden ser los disparadores de un hábito que les durará para siempre.

Por eso, según Huber, también es importante que haya libros en casa, que los niños 'puedan tocar, oler y manosearlos siempre que quieran. Que entiendan el libro como un objeto cotidiano'.
Para Sven Huber, los hábitos lectores pueden y deben empezar a trabajarse desde el nacimiento del niño y recordar que 'siempre deberíamos buscar el lado positivo y motivador de la lectura, y nunca utilizarla como un castigo o una obligación'.

EFE