Familia y Hogar
México.
Cuando un niño pierde un diente “de leche” por caries o en algún accidente los padres no suelen alarmarse.
Sin embargo, la equivocada idea de que no es necesario acudir al dentista, ya que después le saldrán los otros, puede generar más problemas que beneficios tanto al pequeño como a su bolsillo.
Los dentistas afirman que los dientes de leche son muy importantes para el desarrollo de la cavidad oral de los niños.
Ellos van dictando la forma de la boca. Si pierden uno, hay que poner mantenedores de espacio para que no se cierre el sitio donde saldrá el definitivo.
Seguimiento
Desde que se le cae el primer diente, es necesario hacer un monitoreo de cómo va ese proceso, por lo menos acudiendo cada seis meses con el odontopediatra.
Los braquets no se pueden colocar hasta que prácticamente estén todas las piezas permanentes, pero la ortopedia sirve para irles creando los espacios a los dientes.
Higiene
Establecer los hábitos de higiene para la dentadura “de leche” también es básico para mantener la salud
bucal por el resto de la vida. Enséñele a su hijo que debe lavarse los dientes tres veces al día.
Los especialistas recomiendan a los padres que deben llevar al niño al odontólogo para que se familiarice con el ambiente y no le tenga miedo al doctor.
Ademas, aconsejan que cuando los padres van al odontólogo con sus hijos, no entren al consultorio con ellos, porque si papá o mamá entran con el pequeño, el doctor pierde autoridad y el niño puede hacer un berrinche y salirse con la suya.