Familia y Hogar
Redacción.
Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge alerta de las consecuencias negativas que el consumo excesivo de televisión, internet y videojuegos tiene sobre los resultados académicos de los adolescentes.
Los investigadores han analizado la asociación que existe entre la actividad física, el comportamiento sedentario y los resultados académicos entre una muestra de 845 adolescentes británicos de Secundaria.
Comportamientos sedentarios que han sido divididos entre aquellos que implican la exposición a pantallas de televisión, internet o videojuegos y los relacionados con los trabajos en casa o la lectura.
Las conclusiones del estudio, que ha sido publicado en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, vinculan la excesiva exposición al frente de una pantalla con un rendimiento académico más bajo, mientras que las horas dedicadas a la lectura o los deberes se relacionan con mejores resultados escolares.
En concreto, los jóvenes británicos de 14 a 15 años obtienen a los 16 nueve puntos menos en el Certificado General de Educación Secundaria por una hora extra al día que pasan frente a estos dispositivos. Por el contrario, los participantes que aseguraron hacer una hora extra de trabajos diarios y lectura obtuvieron 23 puntos más en este certificado final.
El estudio defiende un consumo óptimo de entre una y dos horas y plantea la necesidad de adoptar estrategias para limitar y controlar los tiempos.
Estas estrategias, aclaran los autores, deben servir para alcanzar un balance adecuado entre la exposición tecnológica y la lectura o los deberes, especialmente en los primeros años de la adolescencia. Una política, en definitiva, que estimule el equilibrio entre ambas facetas y en la que también se deben involucrar los padres.
Cabe decir también que, en cuanto a la actividad física, la investigación concluye que no influye directamente en el rendimiento académico, aunque considera que se debe promocionar entre los adolescentes por sus beneficios para la salud.
Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge alerta de las consecuencias negativas que el consumo excesivo de televisión, internet y videojuegos tiene sobre los resultados académicos de los adolescentes.
Los investigadores han analizado la asociación que existe entre la actividad física, el comportamiento sedentario y los resultados académicos entre una muestra de 845 adolescentes británicos de Secundaria.
Comportamientos sedentarios que han sido divididos entre aquellos que implican la exposición a pantallas de televisión, internet o videojuegos y los relacionados con los trabajos en casa o la lectura.
Las conclusiones del estudio, que ha sido publicado en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, vinculan la excesiva exposición al frente de una pantalla con un rendimiento académico más bajo, mientras que las horas dedicadas a la lectura o los deberes se relacionan con mejores resultados escolares.
En concreto, los jóvenes británicos de 14 a 15 años obtienen a los 16 nueve puntos menos en el Certificado General de Educación Secundaria por una hora extra al día que pasan frente a estos dispositivos. Por el contrario, los participantes que aseguraron hacer una hora extra de trabajos diarios y lectura obtuvieron 23 puntos más en este certificado final.
El estudio defiende un consumo óptimo de entre una y dos horas y plantea la necesidad de adoptar estrategias para limitar y controlar los tiempos.
Estas estrategias, aclaran los autores, deben servir para alcanzar un balance adecuado entre la exposición tecnológica y la lectura o los deberes, especialmente en los primeros años de la adolescencia. Una política, en definitiva, que estimule el equilibrio entre ambas facetas y en la que también se deben involucrar los padres.
Cabe decir también que, en cuanto a la actividad física, la investigación concluye que no influye directamente en el rendimiento académico, aunque considera que se debe promocionar entre los adolescentes por sus beneficios para la salud.
