Familia y Hogar
SAN PEDRO SULA. Es común que en la
etapa infantil muchos menores desarrollen
amigos imaginarios, una conducta que para algunos padres resulta preocupante; sin embargo es necesario que conozcan ciertos aspectos importantes sobre este tema.
Según la psicóloga clínica familiar, Magdalena Turcios, esta etapa ocurre cuando los niños tienen el deseo de socializar y a veces pasan mucho tiempo solos debido al trabajo de sus padres o las circunstancias sociales y económicas que les rodean, por lo que crean personalidades tomadas de fragmentos de su propia vida o de personas reales.
“El desarrollo de la i maginación y la capacidad de abstracción son elementos comunes en las mentes de los seres humanos. Creamos mundos en nuestra mente desde que soñamos con una casa o un tipo de vida con determinados elementos. En los niños está muy exacerbado por su capacidad de ensoñación, es decir, su capacidad de abstraerse del mundo actual en otros entornos que ellos mismos imaginan”, dijo Turcios.
Los padres deben poner especial atención a este tema cuando el niño pase más tiempo de lo normal con su “amigo”; cuando se observen cambios en el estado de ánimo del niño y en el conductas consideradas anormales, Pues solo los padres pueden discernir si hay cambios en sus hijos.
Quien no pueda hacerlo está en serios problemas, afirma la experta. Es necesario que el pequeño supere esta conducta porque de lo contrario. “El niño puede ser dependiente de su relación imaginaria y podría verse afectada su capacidad de socializar.
Según la psicóloga clínica familiar, Magdalena Turcios, esta etapa ocurre cuando los niños tienen el deseo de socializar y a veces pasan mucho tiempo solos debido al trabajo de sus padres o las circunstancias sociales y económicas que les rodean, por lo que crean personalidades tomadas de fragmentos de su propia vida o de personas reales.
“El desarrollo de la i maginación y la capacidad de abstracción son elementos comunes en las mentes de los seres humanos. Creamos mundos en nuestra mente desde que soñamos con una casa o un tipo de vida con determinados elementos. En los niños está muy exacerbado por su capacidad de ensoñación, es decir, su capacidad de abstraerse del mundo actual en otros entornos que ellos mismos imaginan”, dijo Turcios.
Los padres deben poner especial atención a este tema cuando el niño pase más tiempo de lo normal con su “amigo”; cuando se observen cambios en el estado de ánimo del niño y en el conductas consideradas anormales, Pues solo los padres pueden discernir si hay cambios en sus hijos.
Quien no pueda hacerlo está en serios problemas, afirma la experta. Es necesario que el pequeño supere esta conducta porque de lo contrario. “El niño puede ser dependiente de su relación imaginaria y podría verse afectada su capacidad de socializar.
En el peor de los casos desarrollar cuadros psicóticos, delirios de persecución y perder la capacidad de distinción de la realidad”, puntualizó Turcios.
