Familia y Hogar
Es habitual que
los niños presenten
problemas a la hora de comer poniendo a prueba la paciencia de los padres. Aunque esta situación preocupa mucho a los padres y se vuelve una causa común de consulta pediátrica, es totalmente explicable, pues
entre los 2 y los 5 años de edad, los niños experimentan una disminución del apetito por causas fisiológicas normales y ya no aumentan de peso como lo hicieron durante los primeros 12 meses de vida. Por eso, necesitan menos calorías.
Pero mantenga la calma y tome nota de estos c onsejos para mejorar el apetito de sus hijos.
1. Todo entra por lo ojos y la comida no es la excepción. Crear y diseñar platos atractivos es fundamental para provocar. La idea es preparar recetas que estimulen al niño con figuras geométricas o formas de trenes, casas, carros, etc.
2. Confíe en el centro de control de apetito de su hijo y, en la medida de lo posible, deje que decida cuándo va a comer.
3. Permita que ellos intervengan en la preparación de los alimentos, porque así se los comerán con más ganas y satisfacción.
4. Déjelo experimentar con la comida, si es muy pequeño no lo obligue a comer con la cuchara y deje que lo haga con las manos, de esta forma olerá la comida y al revolver la comida del plato se estimulan sus sentidos y comerá sin pelear, aunque sea un poco.
5. En la variedad está el placer. Ofrézcale al niño varias alternativas para comer, con el objetivo de que él pueda escoger la que más le guste.
6. Sírvale porciones más pequeñas; su apetito disminuirá si le sirve más de lo que puede comer.
7. Así mismo, sirva diferentes tipos de alimentos como frutas, vegetales, carne, cereales, panes y postres. Los colores estimulan los sentidos.
8. No se obsesione con lo que come su hijo entre horas: un bocadillo pequeño a media mañana o de merienda sí es saludable.
9. Utilizar platos de tonos llamativos o con personajes infantiles ayuda a que el niño se sienta vinculado con la comida y tenga mayor interés al sentarse a la mesa.
10. No negocie con la comida: es solo eso, comida. No la utilice para recompensar y/o mostrar afecto.
Pero mantenga la calma y tome nota de estos c onsejos para mejorar el apetito de sus hijos.
1. Todo entra por lo ojos y la comida no es la excepción. Crear y diseñar platos atractivos es fundamental para provocar. La idea es preparar recetas que estimulen al niño con figuras geométricas o formas de trenes, casas, carros, etc.
2. Confíe en el centro de control de apetito de su hijo y, en la medida de lo posible, deje que decida cuándo va a comer.
3. Permita que ellos intervengan en la preparación de los alimentos, porque así se los comerán con más ganas y satisfacción.
4. Déjelo experimentar con la comida, si es muy pequeño no lo obligue a comer con la cuchara y deje que lo haga con las manos, de esta forma olerá la comida y al revolver la comida del plato se estimulan sus sentidos y comerá sin pelear, aunque sea un poco.
5. En la variedad está el placer. Ofrézcale al niño varias alternativas para comer, con el objetivo de que él pueda escoger la que más le guste.
6. Sírvale porciones más pequeñas; su apetito disminuirá si le sirve más de lo que puede comer.
7. Así mismo, sirva diferentes tipos de alimentos como frutas, vegetales, carne, cereales, panes y postres. Los colores estimulan los sentidos.
8. No se obsesione con lo que come su hijo entre horas: un bocadillo pequeño a media mañana o de merienda sí es saludable.
9. Utilizar platos de tonos llamativos o con personajes infantiles ayuda a que el niño se sienta vinculado con la comida y tenga mayor interés al sentarse a la mesa.
10. No negocie con la comida: es solo eso, comida. No la utilice para recompensar y/o mostrar afecto.