¿Cómo ven los niños la Semana Santa?

¿Cómo explicar a nuestros hijos pequeños la muerte y la resurrección? Una psicóloga responde a estas y otras preguntas que nos hacemos en estas fechas.

  • 02 abr 2018

Tras las fiestas navideñas y las vacaciones de fin de año, en las que los niños vivieron con alegría e ilusión una época de regalos, reuniones familiares, inactividad escolar, viajes, diversiones y juegos, llega un segundo paréntesis anual que les depara emociones y experiencias intensas y en el que se modifican su rutina diaria y actividades habituales: la Semana Santa.

Para los más pequeños son días intensos y de cambios, en los que el fervor religioso y los sentimientos encontrados del dramatismo por la crucifixión de Jesús y la alegría por su vuelta a la vida están presentes en el ánimo de las familias, en las televisiones que trasmiten misas y películas de contenido sacro y en las calles a través de las procesiones y escenificaciones cristianas.

¿Cómo viven los más pequeños estos días de intenso fervor religioso en los que se entremezclan pesar y júbilo? ¿Cómo pueden explicarle sus padres hechos tan singulares como la crucifixión, la muerte y la resurrección de Jesucristo?

“A los niños se les puede explicar en qué consiste y por qué se conmemora la Semana Santa desde el mismo momento en que tienen cierta capacidad de entendimiento o ya han tenido contacto con la forma en que se celebra esta festividad”, explica la psicóloga clínica, especializada en familia e infancia, Margarita García Marqués.

Al principio las explicaciones a los niños deben ser más básicas y fáciles y, a medida que van creciendo y aumenta su madurez, se les puede ir introduciendo en los temas más complejos de la religión cristiana, como lo que significa la muerte y resurrección de Cristo, sobre todo a medida que se van preparando para la primera comunión.

Es muy positivo involucrar a los chicos en las actividades religiosas.


“La idea es ir integrando al niño en la cultura cristiana y contándole quién era Jesús, qué le ocurrió, cuál fue su historia desde el nacimiento hasta su muerte, de forma que el pequeño pueda entenderlo y también respondiendo a sus preguntas”, apunta.


“Hijo, la muertes es una transformación”. García Marqués sugiere primero comprobar qué idea tienen los pequeños de la muerte, qué creen que ocurre cuando una persona fallece y, a partir de ahí, hablarles de nuestra propia visión de ese suceso, que “los niños creen que solo les ocurre a los mayores, sorprendiéndose mucho cuando están ante la muerte de una persona que no es viejita, como el caso de Jesús”.

García Marqués sugiere explicar a los niños que los muertos están en otro sitio desde el que pueden cuidarnos, como las estrellas, y decirles, por ejemplo, que en el cielo hay una estrella que nos protege por las noches, porque corresponde a una persona fallecida que ha estado muy cercana a ellos.

“También podemos explicarles que, aunque uno no pueda hablar con esa persona como antes y escucharla a través del teléfono, con la gente que ha muerto dialogamos a través de nuestro corazón, y ellos no nos contestan con palabras como antes, sino que sentimos sus respuestas en nuestro interior”.

Respecto de la resurrección, esta psicóloga admite que, quizá a edades tempranas, los niños no entiendan el fenómeno de la vuelta a la vida tras la muerte y por qué Jesús pudo volver a vivir y otras personas no; pero de todas formas “hay que hablar este tema con nuestros hijos, atender las preguntas que nos hacen y estar abiertos a lo que ellos nos dicen, muestran y expresan”.

Según la edad y madurez, debe ser la explicación.
- A partir de los 4 o 5 años ya pueden empezar a conocer la historia de Jesús, a leer las Biblias para niños que explican los hechos religiosos y recibir un aprendizaje de lo que se conmemora esos días.

- Según la sicóloga, los niños no suelen preguntar qué es la Semana Santa, pese a que a veces participan de ella, por ejemplo, llevando los ramos en las procesiones, ya que la ven como una rutina de todos los años que forma parte de su vida y la asocian a vacaciones.

- A nuestros hijos podemos decirles que también celebramos los acontecimientos importantes o momentos muy especiales en la vida de un ser que nos dio mucho y que se llama Jesús.