Llevar una dieta sana y equilibrada y hacer deporte de manera rutinaria son las claves que todo experto señala si se quiere gozar de una salud y un estado del organismo de calidad. El sistema cardiovascular es uno de los que más preocupa a los adultos ya que, a medida que se van cumpliendo años, el corazón es uno de los órganos que más lo va notando.
Sin embargo, lograr que el corazón esté joven y en buen estado no es difícil y se puede lograr consumiendo productos de calidad que tengan un impacto positivo en él. Estos son algunos de los productos más recomendados para un corazón sano.
1. Los frutos secos
Cuando se trata de llevar una alimentación sana con ingredientes beneficiosos para el organismo, en este caso para el corazón, los frutos secos suelen ser una de las principales recomendaciones de los expertos. Las almendras, los cacahuetes, las avellanas, los pistachos... todas las opciones son buenas, pero las nueces son la opción estrella. Éstas cuentan con un elevado contenido en Vitamina E y ácidos grasos Omega-3 que ayudan a proteger el sistema cardiovascular y a prevenir ciertas afecciones como los infartos de miocardio.
Consumir diariamente un pequeño puñado de nueces -o de frutos secos- puede ser beneficioso hasta tal punto que, además, ayuda a reducir el colesterol y a prevenir la oxidación de las partículas que están relacionadas con las enfermedades del corazón.
2. La fruta
La fruta y las verduras son dos imprescindibles en la rutina de toda aquella persona que busque llevar una dieta sana y equilibrada. En el caso concreto de la fruta, lo cierto es que todas son beneficiosas, aunque hay que tener en cuenta que aquellas de origen tropical -piña, maracuyá, coco, mango...- son las que más azúcares presentan en su composición. En el caso de querer mantener el corazón en un estado óptimo, una de las frutas que más recomiendan los expertos son las fresas.
Estos pequeños frutos rojos son ricos en flavonoides que ayudan a mantener la presión arterial en niveles óptimos, dilatan las arterias y ayudan a proteger el interior de los vasos sanguíneos. También especialmente recomendables son las manzanas por su contenido en quercetina, un potente antiinflamatorio de origen natural que ayuda a reducir el riesgo de formación de coágulos en la sangre. También el aguacate es una fruta indicada en estos casos, ya que en su composición se pueden encontrar grasas monoinsaturdas que permite controlar el nivel de colesterol en la sangre.
3. Los vegetales
Al igual que ocurre con la fruta, las verduras también deben ser un permanente en la dieta diaria por su contenido en vitaminas, minerales y fibra -importante para todas aquellas personas que sufren episodios de estreñimiento-, además de que son ingredientes que no contienen colesterol. Los vegetales de hoja verde como las espinacas, las acelgas, la lechuga o el brócoli son algunos de los más recomendados.
En el caso de este último, en su composición se encuentran minerales como zinc, hierro o calcio, así como ácido fólico, vitamina K, y una serie de antioxidantes, fitoesteroles y polifenoles que convierten al brócoli en el alimento perfecto para prevenir cualquier enfermedad vascular.
4. El pescado
Para aquellas personas que quieren empezar a consumir menos carne en su menú diario, el pescado es la mejor opción para sustituirlo. Se trata de un producto que a penas contiene grasa y cuyo aporte calórico es bastante reducido, aunque sus números varían dependiendo de si se opta por un pescado blanco -merluza, bacalao...- o un pescado azul -caballa, arenque...-.
Dentro de este último grupo destaca el salmón, sin duda uno de los productos estrella cuando se trata de cuidar la salud a través de la alimentación. Su contenido en ácidos grasos Omega-3 hace que el consumo de este pescado tenga un impacto positivo en el colesterol y en los triglicéridos, ayudando a reducirlos, así como en la mejora de la fluidez de la sangre al mejorar el nivel de elasticidad de las paredes arteriales.
Más beneficios del consumo de salmón en relación al corazón es que ayuda a controlar el riesgo de sufrir un coágulo y, si se come en las raciones recomendadas de 2 o 3 veces por semana, reduce la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio.
5. Las legumbres
Ya sea en forma de habas, garbanzos, soja o lentejas, las legumbres en general son una fuente imprescindible de minerales y fibra. Pero, además, también ayudan a mantener el nivel de colesterol en sangre en términos saludables gracias a la poca grasa que contienen. Además, en su composición también destacan las proteínas y sus niveles mínimos de colesterol.
Son muchos los estudios que señalan que aquellas personas que diariamente introduce legumbres en su rutina de comidas tienen menos riesgo de desarrollar cualquier tipo de afección relacionada con el corazón, al mismo tiempo que reducen los niveles de colesterol en sangre.
6. Los cereales
Los cereales están prácticamente presentes en nuestra comida diaria, ya sea en forma de pan como de harina o de pasta. Los expertos recomiendan que siempre se escojan cereales integrales en productos de calidad, por lo que la bollería industrial debería estar completamente desterrada de la dieta de aquella persona que quiere ayudar a mantener su corazón protegido y en buen estado.
Este tipo de cereales -como la avena, la harina integral o el arroz integral-, destacan por no tener colesterol al mismo tiempo que son una fuente importante de vitamina B y E, de fibra y de minerales como el calcio, el magnesio, el potasio, el hierro o el cobre. Por todo ello, los cereales integrales son importantes a la hora de controlar la presión arterial, entre otros beneficios de su consumo.
7. El aceite de oliva
El aceite de oliva es un ingrediente imprescindible dentro de la cocina mediterránea, pero siempre hay que optar por el de mayor calidad como es el caso del aceite de oliva virgen extra.
De esta forma, el corazón se mantendrá más protegido gracias a los ácidos grasos monoinsaturados, a la vitamina E, a los fitoesteroles y a los antioxidantes que aporta y que ayudan a reducir el nivel de colesterol en sangre. Además, el aceite de oliva es el sustituto perfecto para otros productos que no deberían estar presentes en la dieta de forma constante como es la mantequilla, la manteca o el aceite de palma o de coco.
8. Un extra: el chocolate negro
¿A quién no le gusta darse un caprichito de vez en cuando con algo dulce? Seguir una dieta sana y equilibrada no significa que haya que decir que no a ciertos alimentos como el chocolate. Sin embargo, hay que saber qué tipo es el más recomendable y, en este caso, lo es el chocolate con un 70% de cacao como mínimo. Introducirlo en la dieta de forma moderada ayuda a mantener las arterias en un estado más flexible y previene que los leucocitos se adhieran a las paredes de los vasos sanguíneos, dos síntomas que están directamente relacionados con el desarrollo de ateroesclerosis.
Además, este tipo de chocolate contiene flavonoides que mejoran la circulación de la sangre y polifenoles que trabajan como antiinflamatorios.