Dra. Corazón
Redacción.
La Doctora Corazón ayuda a una madre a enfrentar que sus hijos ya están mayores.
'Hola, Amiga, tengo 45 años, y dos hijos, me casé muy joven, tengo tres hijos. Mi esposo y yo hemos casado ya los dos mayores, solo nos queda la menor y única hija. Se acaba de graduar del colegio y quiere irse a estudiar magisterio a otra ciudad. Económicamente podemos apoyarla pero entro en depresión muy fuerte cada vez que un hijo se va de casa y siento que me muero. Mis hijos mayores viven aquí en San Pedro Sula, pero pensar que mi niña se va, vuelvo a deprimirme y siento que necesito mucha ayuda'.
Respuesta
El síndrome del nido vacío no es un diagnóstico clínico. Es un fenómeno en el que los padres experimentan sentimientos de tristeza y pérdida cuando el último hijo se va de casa. Aunque posiblemente alientas a tu hija a seguir sus sueños de estudiar magisterio, la experiencia de dejarle ir puede ser dolorosa.
Te perderás ser parte de su vida diaria, así como la compañía constante. Es posible que también te preocupes por la seguridad y si será capaz de cuidar de sí misma.
El impacto: una profunda sensación de perdida vulnerabilidad a la depresión, el alcoholismo, crisis de identidad y conflictos maritales.
Sin embargo, estudios recientes sugieren que el nido vacío también puede proporcionar a los padres con muchos beneficios.
Cuando el último hijo se va de casa, los padres tienen una nueva oportunidad para volver a conectar con los demás, mejorar la calidad de su matrimonio y reavivar los intereses para los que previamente no han tenido tiempo. Así que te animo a buscar nuevas oportunidades en tu vida personal y profesional.
Mántente ocupada, asume nuevos retos en el trabajo o en casa… ¡te sentirás 10 años más joven!