Dra. Corazón
Redacción.
Una joven de 17 años sufre por desamor. La Dra. Corazón la aconseja para sobrellevar esta situación.
'Mi novio terminó conmigo y me duele en el alma, ya que fue el primero que me tocó de verdad, lo quiero demasiado. Por cierto tengo 17 años, no me digan que soy muy joven como para enamorarme porque para el amor no hay edad. Terminamos bien y dijo que seamos amigos. El problema es que no sé como comportarme porque me duele cada vez que le hablo. Es como si todo lo que vivimos se fue a la basura y ya no importa. Cuando terminamos me dijo “si quieres irte vete porque no tienes razones para quedarte, ni yo tampoco”... se refería a la relación. No sé si deba ser su amiga. ¿Qué debo hacer?'
Respuesta
No, de ninguna manera te diré que estás demasiado joven… es justo tu tiempo para comenzar a experimentar con el objeto del deseo, a menudo llamado “el amado”, a pasar por lo que todos, sin excepción hemos pasado…lo más difícil es no ser correspondidos, y llegar a ser, en alguna ocasión, lo contrario ¡y quebrar algún corazón! Y así comienza un juego demasiado familiar de persecución en el que cada participante alterna roles entre el perseguidor o el perseguido.
El juego es emocionalmente intenso, pero en última instancia, insatisfactorio. Es temporalmente doloroso pero no hay riesgo a largo plazo. En conclusión es un enamoramiento y no el verdadero amor. Duele, y ¿es intensamente doloroso? Sí. ¿Va a pasar? Sí. Cuando estamos enamorados, tendemos a pensar que es el amor que hemos estado esperando durante toda la vida, un amor que durará para siempre.
Hay que tener en cuenta que debemos tomar precauciones, el amor y el enamoramiento son dos cosas muy diferentes, aunque el enamoramiento puede convertirse en amor verdadero y duradero, también puede suceder lo contrario. Finalmente, quiero aclarar dos cosas sobre el Enamoramiento: nunca será fundamento saludable para un matrimonio y no incluye la intimidad física.