Hola Doctora Corazón, ¿cómo está? le mando un abrazo apretado. Le escribo para ver si usted me puede ayudar. Últimamente siento que mi esposo no me hace caso como antes, no me toca ni me mira, ni me besa como antes, y aunque yo le echo ganitas y me pongo ropa sexy, él nada más no se motiva, al contrario,luego hasta se burla, me dice que parezco jamón o salchicha embutida usando la lencería que me pongo. Me siento mal porque creo que nada más estoy haciendo el ridículo, ayúdame, por favor.
Karla, comerciante
¡Hooola!, querida Karla. Claro que no haces el ridículo. Tú marido es el que hace el ridículo al comportarse como si no fuera tu esposo al tratarte sin respeto cuando usas lencería, y dudo mucho que él tenga un cuerpo para concursar en míster músculo o en el mejor cuerpo masculino del mundo.
Así que dime con qué derecho se atreve a criticar tu cuerpo, que es sensual en cualquier talla que seas. Como bien dices, si él “no se motiva” a si mismo para tener relaciones, nada de lo que tú hagas va a provocar esa motivación.
Cada ser humano es responsable de su deseo y de tener relaciones sexuales satisfactorias; en este caso, los dos deben tener ganas de tener sexo, y si ya son una pareja que lleva muchos años junta, los dos deben construir las ganas de tener sexo, porque ya no pueden apostarle a la pura hormona o la calentura adolescente.
Debes saber que tú no eres la responsable de producir deseo en él, los dos son los responsables de construir su deseo. Habla con él y pregúntale que se imagina que debe él hacer para tener ganas de tener intimidad contigo y que ese sexo sea satisfactorio para los dos. Espero que vuelvan a gozarlo en pareja, poniendo cada uno de su parte, y su parte... Gracias por ese abrazo que me das. Lo recibo con gusto y te mando el mío.