Y aunque no pasa de moda, este concepto ha evolucionado y en la actualidad la clave para las mujeres es mezclar ideales femeninos tradicionales con la realidad moderna.
De esa forma, una dama de estos tiempos es delicada, pero también sabe valerse por sí misma y ya no se calla sus opiniones por miedo a ofender, sino que las exterioriza de forma consistente y respetuosa. Es un balance perfecto entre confianza y discreción. También hay valores que, pese a los cambios generacionales, no deben faltar en una mujer, uno de ellos es la cortesía. En toda situación y ante cualquier persona se debe ser cortés. Recuerde que “por favor”, “gracias” y “con permiso” son las palabras que nunca deben faltar en su vocabulario; estas le abrirán muchas puertas.
1
Vístase adecuadamente
No tiene que usar un traje o un vestido, pero una dama siempre usa ropa limpia, combinada y sin arrugas. Toda la ropa debe encajar correctamente, ni muy holgada, ni muy apretada.
No “abarate” su apariencia con múltiples piercings o tatuajes.
2
Elija sus palabras
Lo que dice y cómo lo dice son dos factores importantes en exudar clase. Siempre hable en tono moderado, no debería ser necesario levantar la voz; maldecir o chistes “sucios” también es inadecuado.
3
Nunca pierda la calma
No deje que la gente la moleste, no importa cuento lo intenten. Mantenga la compostura. Exprese sorpresa o decepción ante el comportamiento de alguien de manera suave para demostrar que sus acciones han surtido efecto y que tiene sentimientos, o las personas podrían pensar que es insensible.
4
Sea educada
Los modales son una necesidad para ser una dama. No diga ni escuche chistes “sucios”, si alguien en su presencia empieza a contar uno, discúlpese educadamente y salga de la situación. Lea libros que enseñan etiqueta y siempre sea amable con todos, pero al mismo tiempo, no se deje pisotear por nadie.
5
Tolerancia
Si no está de acuerdo con algo, entonces aprenda a mostrar desacuerdo con respeto y consideración. Ponerse a discutir de forma airada para defender su punto de vista solo demostrará su intolerancia. Defienda sus ideas siempre mostrando respeto por las de los demás.
6
Discreta ante todo
No se secretee delante de otros ni hable de intimidades en lugares públicos. La discreción debe ser fundamental para una dama y no solo se limita al comportamiento, sino también a la forma de vestir.
7
Postura adecuada
No solo tenga en cuenta aspectos de su personalidad, sino también de su postura. Camine con la espalda derecha y los hombros hacia atrás. Jamás cruce la piernas, son las pantorillas las que se unen entre sí, y cuando hable no cruce los brazos, pues puede transmitir desinterés en su interlocutor.
8
Agudice su mente
Manténgase informada de acontecimientos mundiales, política, películas, obras de teatro y música. Ser culta amplía conocimientos e intereses, mientras que abre las puertas a conversaciones estimulantes con gente nueva que pueden evolucionar en negocios o relaciones románticas.
9
Delicadeza
Al llegar de visita, toque la puerta o el timbre de forma consistente pero respetuosa. Y si la llegan a recoger, no permita que le toquen la bocina insistentemente. Al introducirse al automóvil primero es la cabeza, luego el cuerpo y si anda falda hágalo rápidamente, sin perder la elegancia.
10
Sonría
La sonrisa es una señal social de gran valor y puede ser su mejor carta de presentación. Si lo hace con sinceridad, como muestra de agradecimiento en sus relaciones personales o profesionales, desencadenará un cadena de actitudes positivas. Haga la prueba, sonría en el momento adecuado, le devolverán la sonrisa, pues transmitirá confianza y seguridad. Compórtese de forma natural pero elegante y sea comunicativa con los demás, eso hará sentir bien a las personas que la rodean.