El escritor hondureño Julio Escoto presentó anoche su más reciente novela 'El Génesis de Santa Cariba', una obra en la que el autor se olvida completamente de la historiografía y la investigación, y se inventa todo.
La Biblioteca Nacional, en Tegucigalpa, sirvió de escenario para la presentación de la nueva publicación de Escoto, uno de los intelectuales hondureños más prestigiosos.
El director de la Biblioteca Nacional, José Antonio Funes, destacó la obra literaria de Escoto, autor, entre otros libros de 'El General Morazán marcha a batallar desde la muerte' (1992) y 'Rey del albor Madrugada' (1993).
La opinión casi generalizada de quienes han leído 'El Génesis de Santa Cariba' es que Escoto hace derroche de su imaginación en una novela en la que, además, el tiempo no existe, sino que es un espacio mítico, por eso no hay un año, mes o día específico.
Escoto explicó que su nueva novela se diferencia de otras porque no está apoyada en datos reales de la historia, y que se desarrolla en una isla conquistada por los británicos, que puede ser cualquiera del Caribe, aunque no aparezca en ningún mapa.
La critica también coincide en que Escoto también cuida con riguroso celo la prosa, tomando en cuenta que pocos libros hondureños exhiben un estilo tan rítmico, fluido y pulcro.
En su novela el escritor piensa más en el lector que en la misma literatura, con un lenguaje más suelto y a veces popular.
Además, recoge historias como la de un presidente, Salvador Lejano, apellido que además significa 'allende', que se ve envuelto entre dos amores a los que no puede corresponder, y una biografía de la pintora Alfonsina Mucha (feminización del nombre del famoso retratista Alfons Mucha).
Escoto escribió su novela después del huracán Mitch, que a finales de 1998 dejó en Honduras unos 5.657 muertos y daños millonarias pérdidas materiales.
Otros personajes de la novela son un obispo gnóstico que encabeza una dictadura, una revolucionaria (Crista Meléndez) que resucita al tercer día, dos homosexuales que se aman bajo una montaña que se derrumba, una periodista que aumenta de libras tras cada decepción y un sacerdote (Casto Medellín) que extravía la virginidad.
El doctor Héctor Miguel Leyva investigador sobre literatura hondureña e identidad nacional, con postgrado y honores de la Universidad Complutense de Madrid, al presentar la novela la definió simplemente como 'espléndida'.
Agregó que la obra, por una parte, 'recorre una estética posmoderna novedosa en Honduras', y por otra, se logró 'con gran dominio del oficio, con el lenguaje maestro de las obras maestras'.
En su opinión, la novela es en cierto modo el arribo a tierra firme de un narrador que ha navegado largo tiempo y que por fin conoce todos los secretos de la isla que buscaba.
La novela, subrayó Leyva, trata de un pecado y es el de la seducción por la sensualidad, además, 'es un pecado y una provocación, un entender la literatura como disfrute, que confronta la seriedad del arte difícil y del torturado realismo, y un celebrar la pasión libidinal tropical como aquello que le falta al mundo'.
Escoto, natural de San Pedro Sula, norte de Honduras, de 62 años de edad, es un novelista y ensayista con maestría en literatura hispanoamericana.
Curso estudios de maestría en Costa Rica, donde también fue director general de la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), órgano de la Confederación Universitaria Centroamericana (CSUCA), entre 1977 y 1980.
Ha escrito alrededor de una veintena de libros, ha sido maestro de educación media y universitaria, director de revistas narrativas y editor de materiales educativos del Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (IICA), entre otras actividades ligadas a las letras.
