Está situado en la región de Petén, en el territorio actual de Guatemala y forma parte del Parque Nacional Tikal que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1979.1 Según los jeroglíficos encontrados su nombre maya habría sido Yax Mutul.
Tikal fue la capital de un estado beligerante que se convirtió en uno de los reinos más poderosos de los antiguos mayas. Aunque la arquitectura monumental del sitio se remonta hasta el siglo IV a. C., Tikal alcanzó su apogeo durante el Período Clásico, entre 200 y 900 d. C.
Durante este tiempo, la ciudad dominó gran parte de la región maya en el ámbito político, económico y militar, mientras interactuando con otras regiones a lo largo de Mesoamérica, incluso con la gran metrópoli de Teotihuacan en el lejano Valle de México.
Después del Clásico Tardío no se construyeron monumentos mayores, algunos palacios de la élite fueron quemados y la población gradualmente decayó hasta que el sitio fue abandonado a finales del siglo X.
Con una larga lista de gobernantes dinásticos, el descubrimiento de muchas de sus respectivas tumbas y el estudio de sus monumentos, templos y palacios, Tikal es probablemente la mejor comprendida de las grandes ciudades mayas de las tierras bajas de Mesoamérica.
Ubicación:
Tikal está ubicado a aproximadamente 64 km al noreste de Flores y Santa Elena, y aproximadamente 303 km al norte de la ciudad de Guatemala.
La ciudad se encuentra a 19 km al sur de la antigua ciudad maya de Uaxactún, a 30 km al noroeste de Yaxhá,6 11 a 100 km al sureste de Calakmul, su gran rival del Período Clásico, y a 85 km al noroeste de El Caracol, el aliado de Calakmul, ahora en Belice.
La ciudad, que cubre un área de más de 16 km², ha sido completamente cartografiada e incluye alrededor de 3.000 estructuras.
La topografía del lugar se compone de una serie de colinas de piedra caliza elevándose encima de tierras pantanosas. La arquitectura principal del sitio se agrupa en zonas más elevadas que son interconectadas por calzadas que atraviesan los pantanos.
Las ruinas se encuentran en medio de la selva tropical en la cuenca del Petén, que formó la cuna de la civilización maya en las tierras bajas de Mesoamérica.
La ciudad esta ubicada en medio de suelos fértiles con tierras elevadas, y puede haber dominado la ruta comercial natural que corre de este a oeste a través de la Península de Yucatán.
A pesar de ser una de las mayores ciudades mayas del Clásico, Tikal no tenía otras fuentes de agua que no sea el agua de lluvia que se recogió y se almacenó en diez embalses.
Los arqueólogos que trabajaron en Tikal durante el siglo XX, restauraron uno de los antiguos depósitos de agua para su propio uso.
La ausencia de fuentes, ríos y lagos en las cercanías de Tikal pone de relieve un hecho prodigioso: la construcción de una gran ciudad contando exclusivamente con entregas almacenadas de lluvias estacionales.
Tikal prosperó con técnicas de agricultura intensiva, que eran mucho más avanzadas que los métodos de tala y quema originalmente teorizados por los arqueólogos.
Sin embargo, la dependencia de las lluvias estacionales constituyó una vulnerabilidad ante las sequías prolongadas, y algunos científicos consideran que esta vulnerabilidad ha jugado un papel en el 'colapso maya'.