La ciudad elegida para esta experiencia será en Los Ángeles, la segunda zona urbana más poblada de EUA.
El nuevo servicio fue presentado en la feria tecnológica Web Summit, que se celebra en Lisboa, donde el responsable de producto de Uber, Jeff Holden, mostró el diseño de los aparatos que ofrecerán estos recorridos. Son similares a helicópteros, pero totalmente eléctricos y más silenciosos.
Holden apuntó que el precio del trayecto será similar al del actual servicio UberX. Éste, contempla viajes privados para una o cuatro personas (la capacidad máxima de los helicópteros) en vehículos de alta gama. Por poner un ejemplo, el trayecto entre Madrid y Segovia en UberX estaría tasado entre 110 y 147 euros.
'Es el principio del fin de los coches individuales', sostuvo Holden durante la presentación, quien consideró que en el futuro sólo se comprarán coches personales 'por hobby'.
Uber ha mantenido contactos con importantes empresas que pueden invertir en este modelo de negocio, no solo para desarrollar las aeronaves, también para disponer de zonas que ejerzan de helipuertos.
Acuerdo con la NASA para regular el espacio aéreo
Los permisos para ejercer este servicio son la cuestión más incómoda para Uber. En consonancia con uberAIR, la plataforma anunció un acuerdo con la NASA para el desarrollo de la Gestión del Espacio Aéreo no Tripulado (UTM, por sus siglas en inglés) y de los Sistemas Aéreos no Tripulados (UAS).
'Con esta colaboración se facilitarán operaciones seguras y eficientes de UAS a baja altitud y se contribuirá a que la compañía pueda operar los primeros vuelos', indican desde la compañía.
Otros de los datos en los que se fundamenta esta nueva propuesta de movilidad son el hecho de que 'más de la mitad de la población mundial vive en ciudades'. En metrópolis como Ciudad de México, un conductor pasa cada año alrededor de cinco semanas laborables dentro de un vehículo debido a atascos y circulación lenta.
Son aeronaves eléctricas de hasta cuatro plazas para vuelos en ciudad.
La compañía firma un acuerdo con la NASA para la gestión del tráfico aéreo. EFE